La Importancia de la OraciónEjemplo

Semana 5 - Día 5

Comprometida a Permitir que Dios te Lave de tu Pecado

Lectura: Salmos 51

DEVOCIONAL: Salmos 51:10

¡Crea en mí, Dios mío, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!

El Salmo 51 fue escrito después de que David cometiera adulterio y asesinato. Es una oración de arrepentimiento al Señor. En ella, David reconoce la misericordia de Dios, su propio pecado y la capacidad de Dios para restaurar. David se lamentó por su pecado después de reconocer la verdadera depravación de su corazón. Comprendió que su gran ofensa era contra Dios, y que sólo Dios podía ofrecer el perdón y la restauración.

David deseaba tener un corazón limpio. Le pidió a Dios que renovara su espíritu y alineara su corazón con Dios una vez más. Su deseo de ser restaurado ante Dios, después de su pecado, muestra su verdadera comprensión del peso del pecado y de la santidad de Dios así como el hecho de saber que la misericordia de Dios era lo único que podía salvarle.

Aunque David tuvo que pasar por el proceso de hacer sacrificios para limpiarse del pecado, sus sacrificios no trajeron el perdón. El perdón viene sólo de Dios. Hoy, cuando pecamos, no acudimos a los rituales religiosos, sino a Jesucristo. Él es nuestro sustituto, sacrificándose a Sí mismo para que no tuviéramos que pagar la pena por nuestro pecado. Él recibió la ira de Dios sobre Sí mismo, permitiéndonos ser contadas como justas cuando ponemos nuestra fe en Él.

Somos salvas sólo por la gracia de Dios, sólo por la fe, sólo en Jesucristo. Por la gracia de Dios Él envió a Jesús para ser el sacrificio y el pago por nuestros pecados. A través de nada más que la fe en Él, sin acciones, oraciones o sacrificios propios, somos salvas. Jesucristo es el único camino de salvación, y Él nos ofrece el perdón cuando ponemos nuestras vidas en Sus manos. Nosotras éramos enemigas de Dios, pero por Su gracia hemos sido limpiadas del pecado. Podemos modelar la oración de David al arrepentirnos del pecado, sabiendo que somos totalmente perdonadas y totalmente hechas nuevas en Cristo.

¿Has entregado tu vida al Señor? ¿A quién conoces que necesita escuchar La Buena Noticia de Jesucristo? ¿Compartirás hoy esa Buena Noticia?

Oración

Padre Dios, te agradezco Señor por amarme incluso cuando era Tu enemiga. Te agradezco por sacrificar a Tu Hijo por mí. Señor, ayúdame a depender totalmente de Ti, a confiar completamente en Ti y a entregarte todos mis problemas y mi dolor. Crea para mí un corazón puro y renueva un espíritu recto dentro de mí. En el nombre de Jesús, amén.