Ama a Tu Prójimo Como a Ti MismoMuestra

Amar a tu prójimo es un mandamiento de Dios.
La Biblia, especialmente el Antiguo Testamento, contiene muchos mandamientos de Dios, los cuales tienen múltiples propósitos. El propósito más obvio de las leyes de Dios es guiar el comportamiento de la gente. El Señor quiere que Su gente se comporte de cierta forma. Un claro ejemplo son los famosos "diez mandamientos", un tipo de constitución sobre la relación de la gente con Dios y entre ellos. Mientras la gente obedezca estas reglas básicas, la sociedad funcionará mucho mejor que cuando todos hacen lo que se les plazca. La constitución de Dios es una bendición.
Una segunda función de las leyes de Dios es ayudar a la gente a generar conciencia sobre su corazón pecaminoso. Ver Romanos 3 versículo 20: "Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado". El que intente firmemente obedecer los mandamientos de Dios, debe entender que no puede alcanzar los estándares de Dios. ¡Debe limpiar su corazón del pecado, y eso es exactamente lo que Dios está dispuesto a hacer! Cuando se preguntan cuáles son los mandamientos más importantes, Jesús menciona dos: Amar a Dios y amar a tu prójimo. Si lo haces, todos los otros mandamientos se obedecen automáticamente. Después de todo, es imposible amar a alguien y matarle, o amar a Dios y usar su nombre en vano. El mandamiento de amar a tu prójimo, como los otros mandamientos, tiene esta doble función de motivarnos a "hacer lo correcto" y hacernos conscientes de nuestra inhabilidad de amar con todo el corazón. Así podremos entender la necesidad de contar con la obra del Espíritu Santo, para limpiarnos y renovarnos. Por favor toma un momento para reflexionar en tu vida a la luz de este mandamiento. ¿Amas a la gente que te rodea? ¿Cuáles aspectos de tu vida necesitan ser renovados?