Día 5

Recibiendo la Promesa del Padre

Sabes en Hechos 1 relata cuando Jesús resucitó y visitó a los discípulos, aunque la Biblia no lo registra pero estoy segura que Jesús los vio los consoló, porque dice que ellos estaban triste, y bueno, ellos habían perdido a su Maestro; y es que cuando pasamos por procesos, perdidas, confusión, miedos, como seres humanos tendemos a olvidar las promesas del Padre. Por eso Jesús fue a recordarles en el versículo 5, mira lo que dice, Juan los bautizó con agua —les recordó—, pero dentro de poco ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. Exacto, les recordó. Hoy El padre también te recuerda de esta promesa vigente para tí y para mí hoy en estos tiempos.

Se habla mucho de un gran avivamiento que esperamos vivir la humanidad entera para lo cual nos estamos preparando, pero te has preguntado ¿Qué es avivamiento? En muchos casos la palabra avivar (hebreo ḥāyāh, griego anadsaō) significa literalmente volver a la vida desde entre los muertos. Aún cuando éste no es el sentido, la palabra tiene más fuerza que la que tiene para nosotros en el día de hoy, porque hemos confundido el avivamiento con el evangelismo. El evangelismo es buenas nuevas; el avivamiento es nueva vida. El evangelismo es el hombre que trabaja para Dios; el avivamiento es Dios que trabaja en forma soberana en favor del hombre.

El libro de Hechos es un libro donde aprendemos la vida en el Espíritu Santo, no se trata de que alguien tiene que imponer manos o llegar un súper ungido NO, solo necesitas anhelar su presencia, estar en comunión con Él. Dice Hechos que los discípulos estaban unidos buscando su rostro, estaban esperando esa promesa, hasta que llegó el día que la vieron cumplirse.

Esta era la promesa:

Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hecho 1:8

Y aquí relata cuando ellos recibieron esa promesa:

Cuando llegó el día de Pentecostés, los creyentes estaban juntos reunidos. Escucharon de pronto un estruendo semejante al de un vendaval, que venía del cielo y que hacía retumbar la casa en que estaban congregados. Acto seguido aparecieron lengüetas de fuego que se le fueron posando a cada uno en la cabeza. Entonces cada uno de los presentes quedó lleno del Espíritu Santo y empezó a hablar en idiomas que no conocía, pero que el Espíritu Santo le permitía hablar. Hechos 2:1-4

La llenura del Espíritu Santo es algo que lo vivimos a diario en nuestra comunión con Él, solo requieres anhelarle más que nada, buscarle intensamente y cuando menos lo esperes el llegara.

Y el avivamiento va a empezar en esos tiempos de búsqueda con Dios, en esa búsqueda del Espíritu Santo, ahí va a empezar ese avivamiento, ahí búscale y espera hasta que veas la respuesta de la Promesa del Padre para tu vida.

Oro al padre para que avive todo tu ser entero y recibas la promesa del Padre.