En El Principio: Un Estudio en Génesis (Cap 1-14)Muestra

¿Qué dice la Biblia sobre el globalismo?

Desde que el pecado y la maldición llegaron a nuestra tierra, los pecadores caídos de cada generación han pensado erróneamente que, si simplemente se unían, habría paz y prosperidad en el planeta. Este mito delirante de que el globalismo es la cura para todo lo que nos aflige encuentra su origen en la ciudad de Babel en la que se encontraba la Torre de Babel.

El capítulo 10 de Génesis comienza con una larga genealogía de personas que serán importantes para el resto del libro. Génesis está escrito básicamente en orden cronológico, siendo los capítulos 10-11 la inversión principal, ya que la intención de Moisés es establecer las naciones que se dispersaron desde Babel para enmarcar mejor la historia teológicamente. La genealogía se divide en los descendientes de los tres hijos de Noé: Jafet, Sem y Cam, de quienes descendieron los egipcios.

A lo largo de Génesis, el concepto de ir al este corresponde a alejarse cada vez más de Dios. Por ejemplo, cuando Adán y Eva fueron expulsados ​​del jardín, fueron hacia el este (3:24) al igual que Caín (4:7). Cuando las personas van hacia el este en Génesis, se están alejando de Dios (tipificado por el Edén y la Tierra Prometida) y hacia la ruina, ya que lugares como Sodoma y Babilonia se encuentran hacia el este.

Babilonia (también conocida como Babel) se presenta como una ciudad agradable no muy diferente a la mayoría de las de nuestros días, en donde la gente común simplemente buscaba construir una sociedad secular separada de Dios. Hoy en día, el área está cerca de Bagdad, en el país de Iraq. Algunas personas solo hablan de la Torre de Babel, que era una parte de la ciudad que probablemente se construyó para ver a los enemigos entrantes, pero el enfoque de la historia simplemente no está en la construcción de la torre, sino en la construcción de una ciudad para albergar a una sociedad secular como una falsificación de la Nueva Jerusalén que Jesús traerá como sede para la Nueva Tierra. La historia no menciona ningún pecado particularmente atroz que los babilonios cometieron, aparte del simple hecho de que su esperanza era hacer grande su nombre y no el de Dios. Y, en la construcción de su gran ciudad, su esperanza era reunirse como un pueblo unificado que no se dispersaría, sino que, apartados del pacto y la bendición de Dios, vivirían por sí mismos. De hecho, esta puede ser la primera gran ciudad en la historia del mundo y su propósito era oponerse a todos los demás pueblos y a Dios, como una especie de sede secular de autoridad en la tierra y el primer intento de globalismo: personas que se unen para crear el cielo en la tierra sin Dios.

Dios vio el intento babilónico de su reino secular soberano como una afrenta por haberlo ignorado. Peor aún, su intención era tener suficiente poder para hacer lo que quisieran uniéndose y defendiéndose de los demás. Dios consideró, acertadamente, que esta centralización del poder en manos de pecadores orgullosos y apartados de Él como algo peligroso y los salvó de sí mismos y salvó a otros de los posibles abusos de poder simplemente dispersándolos y confundiendo sus idiomas.

El punto de Babel y Pentecostés es que la esperanza para nuestro problema de pecado no se encuentra en el orgulloso globalismo entre naciones, el nacionalismo para nuestro pueblo, el avance tecnológico, o el trabajo conjunto de pecadores impenitentes, sino en el poder milagroso del Espíritu Santo. Y, en lugar de ahogar a los pecadores como lo hizo en el Diluvio, Dios los salvó de sí mismos y, por misericordia, simplemente los dispersó y confundió su lenguaje para obligarlos a vivir como Él pretendía, dispersando y llenando la tierra (NOTA: Génesis 1:28, 9:7). Posteriormente, estos pueblos dispersos se convierten en las naciones enumeradas en Génesis 10 a las que la Iglesia es enviada más tarde a alcanzar con las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo (NOTA: Hechos 1:8).

Pregunta:

1. ¿Cómo es Babel una falsificación del Reino de Dios? (Por ejemplo, construida por la gente versus construida por Dios, levantada con orgullo por la gente versus derribada con humildad por Jesús, construida para enfatizar la grandeza de nuestro nombre versus la grandeza del nombre de Dios, etc.).