7 Reflexiones para el Diario VivirMuestra

Encendido como el carbón

Un día mi familia y yo decidimos hacer un BBQ, era mi primera vez observando de cerca cómo se debía prender el carbón y no entendía muy bien. Cuando me explicaron, me dijeron: “tienes que echar un poco de este aceite para que se pueda encender”. Observando muy de cerca lo que sucedía al encender el carbón dije: “claro, es como cuando encienden una fogata, se debe seguir echando leña para mantenerla encendida”.

En muchas ocasiones sentimos el desánimo y el agotamiento, pero esto no quiere decir que Dios se ha olvidado de nosotros. Por el contrario, para volver a encendernos como el carbón, debemos buscar más de Su presencia, más de Su aceite fresco. Probablemente, cuando el carbón está sin encender se piensa: "es un simple carbón", pero cuando ya está encendido comienza a hacer su función.

El enemigo busca que estemos como el simple carbón, apagados sin hacer nada, pero, Dios quiere encendernos, que trabajemos para Él, sirviendo con amor, llenándonos de Su hermosa presencia. No digo que es fácil, pero nuestra esperanza y confianza están en las Promesas del Señor. Porque, “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19 RVR1960).

Entonces, ¿irás en busca de ese aceite fresco? Porque sin aceite, se apaga el carbón; sin leña, se apaga el fuego; sin Dios, estamos apagados, porque solo con Dios podemos seguir adelante y levantarnos. Ora, clama al Padre Amado, Él te espera, sigue confiando, busca ese aceite fresco que sólo Él te puede brindar para que estés encendido como el carbón.