Calificados Por JesúsEjemplo

DESCALIFICADOS POR NUESTRO PECADO

Mateo 8:5-10 cuenta la historia de un centurión Romano que fue en busca de Jesús para pedirle que sanara a su siervo que estaba muy enfermo. De este pasaje podemos resaltar varias cosas:

1- El centurión no se sentía calificado, él veía sus pecados demasiado grandes, como para que el Señor entrara a su casa. Muchas veces somos como el centurión, pensamos que hemos fallado tanto que no somos dignos de ni siquiera orar, nos alejamos del Señor y por ahí abrimos brecha para qué la señora duda entre y nos descalifique con pensamientos acusado como; "¿Tú crees que fue chiquito eso que hiciste?" Dios no te perdonará eso. Y así seguimos teniendo pensamientos que nos van descalificando y disminuyendo nuestra FE.

2- Podemos apreciar la Fe que tuvo el centurión. Aún sin ver el milagro creyó en Jesús. No permitió que muchos obstáculos se interpusieran entre él y Jesús. Estas barreras pudieron ser el orgullo, el dinero, la duda, la raza o las diferencias que había entre el pueblo romano y judío.