El LegadoMuestra

¿Saben lo que le está diciendo Pablo a Timoteo? Hay que prepararse. No hay recompensa, no hay corona, si antes no lucho, si antes no trabajo, si antes no me preparo.

Hay gente que quiere ser deportista profesional sin entrenar, jugar en los mejores clubes sin prepararse... imposible.

Gente que quiere tener plata y cosas sin trabajar… ¡imposible!

Los que lideran, los que están en posiciones de mayor responsabilidad, son los que luchan, son los que trabajan, los que se esfuerzan, los que se mantienen, los que permanecen.

Son los que maduran, porque más importante que el talento ¡es madurar!

El talento puede llevarnos de 0 a 100 en un segundo, pero en la cima uno no puede permanecer sin madurar.

En cambio el recorrido de madurar puede ser más lento, pero nos va a afirmar en cada paso.

Nuestro legado tiene que ser de preparación, de luchar legítimamente, de trabajo.

Y saber que en nuestro recorrido de fe no hay magia, hay permanencia, habrá momentos difíciles, habrá días de esfuerzo pero con la plena y absoluta seguridad de que Dios está con nosotros, que Él no nos desamparará ni nos abandonará.

Primero quiero agradecerte por llegar al final de este plan y segundo quiero animarte a que me acompañes a poner en la próxima generación estos principios para que la iglesia de Jesús sea cada vez más fuerte y relevante.