Con Sus FuerzasMuestra
Nuevas Fuerzas
Es fascinante la riqueza que poseemos en la Palabra de Dios. Nos permite tener una mayor claridad de quiénes somos y quién es nuestro Dios. Recibimos su mensaje recordándonos que, aún cuando somos débiles, podemos confiar en su poder y confesar que en Él somos fuertes. “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Cor. 12:10
Por nuestra humana naturaleza, enfrentamos las circunstancias de la vida de diferentes maneras. Es por eso que, para algunos, es más fácil enfrentar las vicisitudes de la vida que para otros. Ocurre lo mismo cuando hablamos de las fuerzas físicas. No hay duda de que un levantador de pesas pasará menos trabajo levantando algo pesado que aquel que apenas puede doblarse para tratar de moverlo.
El cristiano, no importa cómo se diferencie de los demás, siempre tendrá a su disposición el caudal de fuerzas que emanan del poder de Dios. Lo importante es que reconozcamos que siempre y de continuo necesitamos su poder. Tener la conciencia de que su poder nos capacita para vivir, no importa cuáles sean las circunstancias, nos da paz.
El Majestuoso, el Todopoderoso, el que todo lo llena en todo, el grande y temible, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, es nuestro Padre. ¿No es glorioso? ¿No es maravilloso sabernos en los brazos amantes de nuestro Dios?
Tal vez, te miras a ti mismo/a y percibas que no eres tan fuerte como creías. Las situaciones que enfrentas han socavado tus fuerzas y te sientes en la necesidad de ser fortalecido/a.
Es bueno que hoy dirijas al cielo tu mirada y, en un acto de humildad y de fe, le pidas al Señor que renueve tus fuerzas, que vivifique tu alma y que fortalezca tu fe. El poder de nuestro Dios se perfecciona en nuestra debilidad. Es bueno que vayamos a Él. Jesús nos hizo una hermosa promesa cuando dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mt. 11:28)
Y si el escenario en el que te encuentras ha menguado tus ganas de luchar, recibe la palabra de Dios en tu vida que te dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Is. 41:10) Te invito a que le creas al Señor, recuerda, “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.”(Is. 40:29)
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Acerca de este Plan
Hay momentos en la vida en la que nos sentimos débiles y sin fuerzas. El camino se hace pesado y faltan las ganas para continuar. Dios nos ha dado preciosas promesas de las que podemos agarrarnos en ese tiempo de debilidad. Recordemos que “Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” En este plan iremos con confianza a la fuente de nuestras fuerzas.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage