Mentiritas blancas.

Una mentira grande, una mentira blanca, una mentira amarilla o cualquier mentira tiene el mismo efecto y grandes consecuencias porque contienen la misma esencia: Es una mentira.

Iniciemos...

A lo largo de mi vida, antes de conocer a Cristo, si algo abundaba en mí era el hablar mentira y si me preguntas qué razones tenía para hacerlo podría hacerte una lista. Sin embargo, el hacerlo no solo desagrada a Dios, sino que también nos hace hijos de Satanás, y si lo dudas te invito a leer la Biblia, en el libro de Juan verso 8:44. Por favor, no continúes sin leerlo.

¿Cuáles son las razones más comunes por las que las jóvenes suelen mentir?

• Para impresionar a los demás con cosas que no tienes y adaptando una forma en que no eres ni va acorde al diseño que Dios puso para tu vida.
• Para ocultar una verdad que pueda ser vergonzosa. Es mejor hablar con verdad asumiendo las consecuencias de tus acciones, que hablar mentira postergando lo que algún día saldrá al descubierto.
• Tenemos miedo a lo que puedan pensar los demás. Antes de procurar lo que piensen los demás siéntate a analizar y a considerar cómo se siente el que te creó en el momento en que mientes.
• Para ser aceptadas por un grupo determinado de personas. Quien te creó, te aceptó, porque él te hizo, y te escogió para ser suya. No necesitas la aceptación humana, lo que debes procurar es vivir de tal forma que sea agradable para Dios.

¿Por qué razones no debería mentir?

• Dios aborrece la mentira (Proverbios 6:16-17)
• Todo, tarde o temprano, saldrá a la luz (Lucas 8:17)
• Cada mentira trae desconfianza y es muy difícil volver a recuperar esto.
• Puedes perder relaciones con personas importantes, pero sobre todo, quebrantas tu relación con el Señor.
• Para agradar a Dios también se deben aborrecer aquellas cosas que nos alejan de él, y una de las cosas que no nos permiten mantenernos en relación con él es la mentira.

El primer paso que debemos hacer para eliminar lo que está mal de nuestras vidas es aprender a reconocerlo.

Permíteme orar por ti. Padre hoy es el tercer día de este plan que has usado como tu instrumento. Gracias por tu misericordia y por el amor tan grande que nos tienes, gracias por corregirnos y acercarnos más a ti. Te pido por cada joven que se siente atada a las mentiras y no sabe decir verdad. Declaro en el nombre de Jesús que son libres, que toda cadena se caiga, que tú transformes cada palabra que salga de sus bocas, y que aprenden a decir verdad. Trabaja en sus pensamientos, en sus acciones y en sus palabras, de modo que todo lo que salga de cada una de ellas sea de bendición y de edificación para los demás. Cúbrelas, Señor, y guíalas a ser cada día mejor en ti. En el nombre poderoso de tu amado hijo Jesús, amén.