El poder transformador de las EscriturasMuestra
Semilla, espada, Espíritu y vida
No recuerdo el contexto, pero sí recuerdo lo que mi joven amigo decía sobre la Biblia.
Acababa de terminar mi sesión de tutoría semanal con un grupo de chicos de secundaria (piense en un hombre de mediana edad que intenta no lastimarse en una cancha de baloncesto) cuando de alguna manera las Escrituras entraron en la conversación. Entre rebotes del balón, un joven preguntó: «La Biblia... es como una enciclopedia, ¿verdad?».
Yo me reí y me retorcí al mismo tiempo. Obviamente, el Antiguo y el Nuevo Testamento eran nuevos para mi amigo, aunque habían sido mi pan de cada día durante tres décadas. Pero, ¿cómo explicarle, en los pocos segundos que teníamos antes de que sonara la campana de la escuela, qué era la Biblia realmente? ¿Cómo explicarle, en algo menos que una serie de sermones de 16 partes, todas las maneras en que la palabra de Dios había equipado, inspirado, convencido, consolado, salvado y bendecido mi vida, a mi esposa, mi trabajo, mis hijas, mis días, mis noches, mis mañanas, mis reuniones, mi eternidad, mi todo?
Para los no iniciados, la Biblia puede parecer una enciclopedia, un texto seco y polvoriento que la gente posee, pero rara vez lee. Pero la Biblia es mucho más. Muchísimo más.
La Biblia es como una semilla, tan pequeña que uno podría perderla o descartarla por completo, pero tan llena de potencial que podría producir, según Jesús, «a ciento, a sesenta, y a treinta por uno» (Mateo 13:23).
La Biblia es como una espada, el arma que nos mantiene vivos en esta guerra espiritual «para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo» (Efesios 6:11).
La Biblia está llena del Espíritu, que obra de manera invisible, poderosa y sobrenatural, lo que lleva a Pablo a afirmar que «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17).
La Biblia es la vida misma, que impulsa a Pedro a que resista a las multitudes que no quieren saber nada de Jesús y afirme: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Juan 6:68).
No hay otro libro que merezca tanto de tu limitado tiempo en esta vida. No eres tonto si comienzas o terminas cada día (¡o ambos!) leyendo las Escrituras inspiradas por Dios, llenas del Espíritu y que cambian vidas.
Porque estas Escrituras son semilla, espada, Espíritu y vida.
Acerca de este Plan
La palabra de Dios es poderosa y cambia todo para quienes la estudian y creen en las buenas noticias que contiene. Es esencial para la vida tanto hoy como en la eternidad.
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Nos gustaría agradecer a Time of Grace Ministry por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://timeofgrace.org/welcome-to-time-of-grace/?togipsrc=youversion&togpreselect=1-2