La definición del amorMuestra

El amor nos obliga

A principios de 1700, un hombre rico y poderoso llamado Nikolas vio una pintura que cambió su vida. Cuando tenía 19 años, visitó un museo en Dusseldorf y vio una conmovedora pintura del sufrimiento de Jesús. Allí, con una corona de espinas y camino a la cruz, Jesús miraba desde la pintura con ojos magnéticos, una mirada que hacía detener a los espectadores. En la parte inferior de la obra, el artista añadió dos frases: «Todo esto lo hice por ti. ¿Qué haces tú por mí?». Esas palabras se apoderaron del alma de Nikolas, lo consolaron con el sacrificio desinteresado de Jesús y lo obligaron a vivir una vida de amor sacrificial. Desde ese día, usó su considerable riqueza e influencia no para sí mismo, sino para el bien del reino de Dios.

El apóstol Pablo habría resumido esa pintura con estas palabras: «El amor de Cristo nos constriñe» (2 Corintios 5:14). Es el amor, no la ley, y la gracia, no la culpa, lo que obliga a los cristianos a que hagan buenas obras. Sí, necesitas un camino claro de mandamientos cuando vas caminando con Dios. Pero, aún más, necesitas el combustible para dar un paso más hacia la obediencia. Ese combustible es el amor. Y tu Salvador Jesús tiene amor de sobra para ti.

Por lo tanto, si te cuesta ser amable, gentil, desinteresado o puro, dedica un tiempo a mirar a tu Salvador. Deja que su amor caliente tu corazón y obligue a tu alma a que camine con Dios.