Jocabed, Madre obediente y determinadaMuestra

Jocabed, madre obediente.

Ser obediente no es tan fácil como parece. ¿Te ha tocado realizar una tarea, que honestamente no querías hacer? La obediencia, siempre, requerirá de nosotras esmero, sacrificio y entrega. La pregunta es, ¿cuán dispuestas estamos a ser obedientes?

Jocabed, cuyo nombre significa “Jehová es Gloria”, fue una mujer probada en su obediencia y movida por el corazón de Dios. Definitivamente.

Esta mujer, al igual que nosotras, enfrentó muchos retos en la vida. Retos que sacudían su corazón como esposa, madre y como hija de Dios.

Ella vivía en Egipto. Una cultura que agonizaba entre la maldad y el pecado. Un lugar donde el pueblo de Dios era tratado con hostilidad y su futuro estaba nublado por mortandad; luego de la orden estipulada por el faraón: “echarán los hijos varones recién nacidos en el río Nilo” (Ex. 1:22). ¡Qué tiempos complejos para Jocabed!

Esta amenaza era terrible para una mujer que recientemente estaba en estado de gestación. Todo apuntaba a que no era el mejor momento para tener a su bebé. Sin embargo, algo maravilloso ocurrió, la obediencia a este llamado (ser la madre de Moisés) tocó a la puerta de su corazón.

Jocabed, fue una mujer obediente. Ella no vio las “malas circunstancias”, no vio el “peor momento”, no vio su “peor etapa”. No se atemperó a los tiempos que vivía, no dejó que su corazón se guiará por emociones inconstantes. Ella no decidió por lo que otros podían decir. Ella decidió, porque creyó, porque confió y se entregó plenamente al propósito de Dios.

Sin temor, aceptó la oportunidad de regalarle vida al pequeño que cargaba en su vientre. Viendo, más allá, de su presente aterrador. Su obediencia calló la voz que decía: “la muerte de este bebé lo solucionará todo”, “es el fin", “no hay solución”. Ella simplemente obedeció. Convirtiendo este acto en un momento heroico que trascendería la historia de toda la humanidad.

¿Puedes imaginar qué momento tan crucial en la vida de esta mujer? ¿Estar entre la orden del faraón y la invitación de obediencia de Dios para ella y para su familia? Sin lugar a duda, Jocabed, confió en los planes de Dios por encima de los propios.

Amiga, al igual que Jocabed, Dios quiere afirmar tu vida, guiar tus pasos y brindarte esperanza. Hoy te invita a que creas en Sus promesas que están reservadas para ti en Su Palabra y tengas convicción. Él cuida de ti y de tus hijos. No lo dudes.

Yo quiero ser como Jocabed. ¿Tú quieres ser como Jocabed?

Querido Dios: Perdóname por las veces que no he obedecido tu voz. Perdóname por no creer lo capaz que eres de transformar mis circunstancias y convertirlas en bendición. Ayúdame a creer en Ti, a obedecerte y ver más allá. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.