La Buena VidaMuestra

Escrito por Katie, 15 años de Buford, Georgia, EE. UU.

¿Alguna vez te has visto vistiendo o actuando de una manera determinada para encajar en tu grupo de amigos, escuela o comunidad? Si es así, es completamente normal. En mi escuela ocurre siempre. Es bastante normal prestar mucha atención a lo que les gusta a nuestros amigos y a lo que creemos que hará que les gustemos más. Queremos hacer cosas que hagan felices a nuestros amigos y que les demuestren que somos personas que merecen su amistad.

Ahora bien, ¿qué pasaría si también dedicáramos tiempo a pensar en lo que agrada a Dios? Para que quede claro, no se trata de buscar la manera de gustarle a Dios, porque Él nos ama así como somos. De hecho, envió a Jesús para que muriera y resucitara y así demostrar lo mucho que nos ama tal y como somos. Pero, en lugar de eso, ¿qué pasa si lo hacemos porque nos preocupamos por vivir de tal manera que Dios se sienta complacido? ¿Y si lo hacemos porque queremos vivir de tal manera que demostremos que amamos a Dios? Es posible saber lo que agrada a Dios porque muchos de los autores de la Biblia lo dejan muy claro. El versículo de hoy dice específicamente: “les rogamos...que vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como les enseñamos”.

Utiliza tu Biblia como recurso para saber lo que Dios dice que es mejor. Tal vez incluso empieza leyendo una de las historias de la vida de Jesús (Mateo, Marcos, Lucas o Juan) y presta atención a cómo vivió y a qué dijo que era lo mejor.