¿Cómo Orar Por El País Y Sus Gobernantes? Muestra

¿Cómo tener confianza en Dios a pesar de la injusticia, la opresión y la maldad que vive el país?

En los dos primeros capítulos de Habacuc, el profeta tiene un diálogo con Dios y cuestiona por qué Él permite tanta maldad a su alrededor. Al final del diálogo, Habacuc entiende quién es Dios y que ÉL ES SOBERANO, esto quiere decir que Dios tiene el control, y que Él no dejará ninguna maldad sin castigo. Con base en esta verdad, Habacuc eleva una oración de confianza en la que se regocija en el Señor a pesar de lo que está viviendo. Aunque pareciera que Dios está ausente, Él está presente y tiene el control. Habacuc nos muestra que aún en medio de cualquier circunstancia, nos podemos regocijar en un Dios soberano, en un Dios que todo lo puede.

El profeta entendió que ese Dios omnipotente es el Dios en el que puede confiar. Aún cuando la situación es adversa y no hay resultados visibles, Dios es la única fuerza que puede mantenernos en pie. ¡Vamos por fe confiando en el Señor!

Oración: Dios lléname de fe y confianza en ti para que pueda decir como Habacuc:

“Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!”. Confío en ti y en tu soberanía. Pongo en tus manos mi ciudad, mi país y sus gobernantes.