Propósitos CristianosMuestra

No es tan simple

Mi esposa y yo establecimos una meta difícil este año: no salir a comer durante seis meses consecutivos. Por eso nos compré un libro de cocina titulado Simple. Las comidas rápidas y fáciles eran, incluso para un novato en la cocina como yo, bastante simples. Y me enorgullece informar que después de siete semanas, solo hemos salido a comer unas pocas veces. ¡No podemos quejarnos!

Desearía que el logro de mis metas espirituales fuera simple. Me encantaría que aumentara mi compasión por los necesitados o que dejar ir las pequeñas molestias fuera simple, estos son unos pocos pasos que pudiera culminar en pocos minutos. Pero el apóstol Pedro lo sabía mejor que nadie: "Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe" (2 Pedro 1:5). Agregar compasión y paciencia requiere más que una pizca de esfuerzo. Requiere "el mayor de los esfuerzos".

Como el mío, su pecado es terco. Y, como el mío, su tentador es implacable. Él no le permitirá que honre a Dios sin pelear. Así que prepare su corazón para la batalla. No espere que una oración rápida cambie su carácter. Haga todo lo posible: memorice las Escrituras, ore continuamente, confiese con frecuencia, establezca límites sabios. Usted puede cambiar, pero no va a ser sencillo.

¿Le asusta el reto? Entonces no olvide las palabras de Pedro: "Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia" (2 Pedro 1:3). Divino poder. Todas las cosas que necesitamos. Nuestro conocimiento de Dios. Nuestro llamado como sus hijos e hijas perdonados, amados y empoderados.

No, no va a ser sencillo. ¡Pero con Dios, todas las cosas son posibles!