Gana La Batalla en Tu InteriorMuestra
«Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán» (Salmo 126:5).
Cuando llegan las pérdidas
Las pérdidas son parte del camino de la vida. ¿Quién no las ha experimentado? Todos las hemos vivido. Las pérdidas son inevitables, pero vivir en estado de aflicción por ellas es una decisión. Con el pasar del tiempo se suele comprender con mayor claridad que las pérdidas vividas son piezas de un rompecabezas muy grande que aún no conocemos cuando estamos pasando por el punto rojo del dolor. Puede ser que en este momento necesites estas palabras: «Lo que no comprendes ahora, lo vas a entender después».
Suele ser una experiencia de gran revelación y madurez espiritual cuando pasamos por pérdidas. Lo puedo testificar de primera mano porque he atravesado pérdidas muy duras como: la muerte de mis padres con ocho meses de diferencia entre una y otra, la pérdida de un matrimonio en mi juventud, la pérdida de la autoestima después de ese divorcio, la pérdida de bienes materiales por un fuego en mi casa, la pérdida de la salud de mi esposo cuando lo diagnosticaron con cáncer, la pérdida de un potencial embarazo y la pérdida de mi salud hace cuatro años atrás cuando sobreviví al cáncer, solo por mencionar algunas.
Estoy agradecida del Señor por cada una de las vivencias en las que he sufrido por todo lo que he aprendido. Me han revelado aspectos del carácter de Dios que no conocía y me han contactado con fortalezas internas de las que no era tan consciente. Por sobre todas las cosas, las agradezco porque me permiten ser empática con cada uno de mis pacientes y con las personas que tengo el privilegio de ministrarles sanidad interior.
Es de suma importancia que nos concentremos más en las bendiciones que tenemos en la vida, en lugar de aferrarnos a las pérdidas. Es maravilloso descubrir y agradecer todas las cosas y experiencias extraordinarias que disfrutamos. En este preciso instante puedes identificar todas las cosas estupendas que te rodean, y las maravillosas personas que amas y que te aman.
Por cada lágrima derramada, hay una risa que florece en el espíritu por lo que estamos ganando en el proceso de pérdida.
Oremos
Amado Dios: Hoy decido entregar mis recuerdos dolorosos, miedos, angustias, incertidumbres y hasta falta de fe. Cuando a mi puerta toque la tristeza, decidiré confiar en Ti, amén.
Afirmaciones:
Creo en Dios.
Soy fuerte.
Escrituras
Acerca de este Plan
¡Libérate de todo lo que te impide avanzar en la vida! Hoy en día, las personas enfrentan grandes desafíos. Lo peor de todo es que no saben hacia dónde mirar. Incluso, se preguntan: “¿Viviré siempre ansioso y con el temor a flor de piel?". Hasta cierto punto, esta será la realidad si no se afronta el problema como es debido.
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Nos gustaría agradecer a Dra.LisMilland por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es-la.facebook.com/dralismilland/