Estoy completa en Él

Te invito a que leas el capítulo completo de 2 de Samuel 6. En esa Escritura se relata cuando el Rey David lleva el arca a Jerusalén, pero algo ocurre en el camino que termina en la casa de Obed Edom. Hay demasiadas revelaciones que puedes recibir de parte de Dios con esa porción. En este momento quiero traer a tu atención lo que ocasionó la presencia de Dios en la casa de Obed Edom.

Primero, se dice que Obed Edom era uno que estaba al servicio del templo. Así que, podemos deducir que el Rey David escogió su casa porque reunía unos atributos especiales. Al mismo tiempo se dice que vivía muy cerca del lugar. Casualidad, puede ser. Pero Dios usó esa casualidad para intervenir en la vida de Obed Edom, y la de toda su familia.

La casa de este hombre no volvió a ser la misma desde que el arca del pacto estuvo en su casa. Y es que, cuando Dios interviene de manera manifiesta en la vida de alguien, no hay forma que sigamos siendo los mismos. No hay espacio para otra cosa, que no sea la ordenada por el cielo cuando está la presencia de Dios.

Con esto no estoy diciendo que no hay dificultades. Con esto me refiero a que cuando está Su presencia eres bendecida, estás completa. Sabes que tu dependencia no proviene de lo que posees, y ni tampoco lo que tus ojos están viendo. Tu sustento, tu identidad, tu todo provienen de Él. Y ese todo, es el que pudo experimentar la casa de Obed Edom. El relato bien pudo decir “y el Señor lo bendijo a él”, y poner un punto. Pero Dios quiso que también se resaltara que su familia fue bendecida. Dios desea que tú y tu familia sean bendecidos, que estén completos en Él.

Mi oración de hoy:

Señor de mi vida, gracias por escogerme. Quiero con todo mi corazón Tu presencia manifestada en mi vida. Toca mi interior, toca mi manera de hablar, de pensar y vivir. Que Tu presencia irrumpa en mi vida. No tan solo un toque, sino que quiero ser portadora de Tu presencia.