Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra
Leer: Génesis 33; 2 Corintios 5:16–21
EOAO: 2 Corintios 5:18–19
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación: Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, sin tomarles en cuenta sus pecados, y a nosotros nos encargó la palabra de la reconciliación".
En el texto
Cuando Jacob emprendió su viaje de regreso a la tierra de sus padres, parecía alejarse de su vida de decepción y engaño. Se reconcilió con Dios durante la noche en Peniel cuando fue bendecido y se le dio un nuevo nombre. Jacob no hizo nada para merecer esta gracia.
Jacob y Esaú se reunieron, pero cada uno percibió su reconciliación de una manera muy diferente. Esaú saludó a Jacob como a un hermano. Reconoció que él también había sido bendecido y que no necesitaba el regalo de Jacob. Ofreció proteger a Jacob, su familia y sus posesiones, mostrando bondad y amor a su hermano. En contraste, Jacob saludó a Esaú como un sirviente a su señor. Jacob se sometió a Esaú, ofreciendo regalos como restitución por sus errores pasados. Dios mostró Su continua protección a Jacob a través de su reconciliación con Esaú.
La obra de Dios fue evidente durante el viaje de Jacob a casa. La reconciliación entre Jacob y Esaú fue un increíble acto de gracia. Dios cambió el corazón y la actitud de Esaú hacia el hermano que lo había agraviado. Y Dios obró en ambos hermanos para lograr esta reconciliación. Esaú pasó de buscar venganza a abrazar a su hermano, y Jacob pasó del orgullo y la arrogancia, a la humildad y la generosidad. Esta reconciliación fue un don de Dios y sólo Él la realizó.
Nosotras también necesitamos la reconciliación. Debido al pecado, necesitamos reconciliarnos con Dios, pero no hay nada que podamos hacer para lograrlo. Es Dios, por Su increíble gracia, quien nos reconcilió consigo mismo. Somos reconciliadas con Dios cuando ponemos nuestra fe en Su Hijo. Y debido a Su don de reconciliación, nosotras también podemos reconciliarnos con los demás. Elegir estar en paz con los demás es una de las formas en que elegimos las cosas de Dios. Porque Él nos ha dado un gran mensaje para el mundo de perdón y reconciliación. No es una respuesta humana normal al conflicto, sin embargo, a través del ministerio de Cristo, podemos reconciliarnos con los demás, confiando solo en Dios para hacer el trabajo de redimir incluso las relaciones más rotas.
Acerca de este Plan
"Eligiendo a Dios en lugar de las cosas del mundo" estudia la vida de dos hombres, Jacob y José, sus familias y las elecciones a las que se enfrentaron. Tanto Jacob como José recibieron una promesa específica de Dios, pero vivieron su fe de manera muy diferente. Veremos la importancia de elegir las cosas de Dios y la forma en que Dios recompensa a los que caminan con Él.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/