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[Corre Para Ganar] Máximo RendimientoMuestra

[Corre Para Ganar] Máximo Rendimiento

DÍA 1 DE 4

Corre la carrera

Los corintios estaban familiarizados con las competiciones atléticas. Los Juegos Ístmicos se celebraban cerca de allí cada dos o tres años y eran los segundos en importancia después de los Juegos Olímpicos. En ellos se celebraban carreras a pie y combates de boxeo, y los atletas competían duramente para ser coronados vencedores. Los atletas de los Juegos Ístmicos se entrenaban durante diez meses para poder participar en ellos. El entrenamiento, la disciplina y la práctica marcaban la diferencia a la hora de estar en las mejores condiciones para la carrera y obtener la victoria.

De la misma manera, el Apóstol Pablo compara nuestra vida cristiana con una carrera. Anima a los cristianos a correr bien y a perseverar para ganar el premio que el Señor, el Juez Justo, ha preparado para nosotros.

En esta carrera de la vida en la que participan los creyentes, no luchamos unos contra otros, sino contra nosotros mismos, ya que nos entrenamos incansablemente, desarrollamos autodisciplina y nos condicionamos para seguir corriendo hasta el final. En la carrera cristiana de la vida, todos los que cumplen las reglas se mantienen en la pista y llegan a la meta, y recibirán la recompensa.

Los atletas no solo entrenan duro y perseveran, sino que también se abstienen de las comodidades cotidianas para estar preparados.

Esta disciplina puede significar cualquier cosa, desde ayunar una comida hasta disciplinar nuestra carne y escuchar mejor la guía de Dios. También podría significar abstenerse permanentemente de los placeres que podrían agobiarnos o desviarnos del camino. ¿A qué te pide el entrenador que renuncies, ya sea temporal o permanentemente?

La palabra «carrera» en griego significa «agonizar». Se entiende que un cristiano necesita trabajar sin descanso, morir al yo y entrenar duro para mantenerse en su máximo rendimiento para que un día, reciba el premio que nuestro Señor le otorgará en la línea de meta.

Mientras que nuestra salvación es un regalo asombroso de Dios dado a nosotros por la gracia, nos esforzamos para obtener nuestra recompensa. Al perseverar en la fe y la santificación, obtenemos la corona de la victoria, una corona eterna e imperecedera que recibiremos algún día cuando estemos ante el Señor.

Señor, ayúdame a prepararme para correr la carrera de la vida. Muéstrame las cosas de las que quieres que me abstenga. Ayúdame a comprender que mi entrenamiento tiene un propósito eterno. ¡Permíteme ser consistente y perseverante para que pueda recibir la corona de vencedor al final!

Día 2

Acerca de este Plan

[Corre Para Ganar] Máximo Rendimiento

La vida cristiana a veces se siente como una carrera larga y sinuosa. La carrera tiene sus reglas y debemos correr para poder ganar. Para lograrlo, será necesario trabajar duro y hacer sacrificios para alcanzar el máximo rendimiento. Este segundo plan de lectura de la serie Corre para ganar nos abrirá los ojos para ver a Dios como el entrenador celestial que nos lleva a la victoria

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Nos gustaría agradecer al Dr. Mark Rae, autor del Curso del Instituto de Ministerio de Deportes (SMI) del Centro Grace para el Desarrollo Espiritual (GCSD) bajo la Escuela de Teología Grace, en asociación con The Center Network, por proporcionar este plan devocional. Para obtener más información, visite: https://www.gsot.edu/center/ y http://www.elcentronetwork.com.