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La bendición de orarMuestra

La bendición de orar

DÍA 4 DE 6

Aprovecha la oración

Pedir, buscar y llamar son tres palabras que se asocian directamente con otras tres palabras: recibir, hallar y abrir. Son palabras comunes a la vida, pero que alcanzaron un gran significado cuando fueron pronunciadas por Jesús. Más que palabras, son una promesa de la fidelidad de Dios. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mt. 7:7-8).

Jesús estaba hablando sobre la oración, y presentó un cuadro claro de lo que debemos hacer cuando oramos; y de lo que va a suceder al hacerlo. Dios conoce todo lo que necesitamos, pero es claro que las palabras de Jesús destacan el hecho de que hay una acción que se tiene que generar en nosotros.

La mujer del flujo de sangre hizo lo indecible por llegar donde Jesús. El ciego gritó hasta que fue escuchado por Jesús. Los amigos del paralítico le bajaron por un techo para que el Señor le sanara. El leproso fue hasta donde Jesús, se postró ante Él y con una actitud humilde pero con fe, le hizo la petición: “Señor, si quieres, puedes limpiarme” (Mt. 8:2).

Pensemos por un momento que, estas personas no hubieran tomado acción. Imaginemos que cada uno se quedó en el lugar donde vivía o frecuentaba, que el ciego no hubiese alzado su voz, que la mujer enferma desde hacía doce años se lamentase en su lecho sin esperanza por los mucho que habían fracasado los médicos con ella. El resultado no hubiese sido el mismo. Cada uno de ellos pidió y recibió, buscó y halló, llamó y encontró.

El Señor Jesús continuó diciendo: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”(Mt. 7:11).

La oración es un regalo de Dios para nosotros. Es el medio que Dios ha provisto para que lleguemos hasta su mismo trono, para hablar con Él directamente; sin intermediarios, sin métodos extraños. Jesús oró al Padre, y la Biblia dice que fue oído a causa de su temor reverente. Él es nuestro ejemplo; es Cristo quien nos aconseja a orar, a acudir al Padre.

Orar en el nombre de Jesús, confiados en que somos escuchados y atendidos por el Padre celestial es una de las más significativas experiencias que podemos tener los seres humanos; no la desaprovechemos. “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye” (1 Jn. 5:14).

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

La bendición de orar

Dios nos ha dado y nos da innumerables bendiciones. Una de ellas es la bendición de poder hablar con Él. A pesar de saber cuán importante es ir delante de Dios en oración, es una de las áreas con las que más tenemos que lidiar. Unas veces, tenemos momentos íntimos preciosos con el Señor, y otras pareciera que hablamos con nosotros mismos. Volvamos juntos a apasionarnos por la oración.

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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage