La Esencia De Tu AdoraciónMuestra

Una amistad cualquiera

Cuando Jesús visitaba a Lázaro, María y Marta, era un gran privilegio para ellos. Como estoy segura que sería para ti y para mí. ¿Sabes lo hermoso que sería tener al Maestro en carne y hueso en la sala de tu casa? Uff ni pensar en la reacción que tendría yo, pero estoy segura que la sonrisa no se me quitaría y la diligencia por servirle no quedaría atrás.

Es aquí donde me detuve cuando fui direccionada por el Señor a escribir este, mi 2do devocional, Jesús no siempre está buscando servicio sino adoración.

Es fácil confundirnos por todo el quehacer al que estamos acostumbrados en nuestras congregaciones, donde sentimos que morimos si estamos en pausa, porque nuestra adoración se está confundiendo con nuestro servicio y es allí donde estamos volviéndonos ciegos aún en el altar.

Servir es una honra que no debe ser asociada con la adoración como tal.

Para servir necesitamos tener una vida de adoración genuina, pues es lo único que fundamenta que el servicio se convierta en ministración y es allí cuando aprendemos a dar en el altar lo que Dios nos ha dado y no lo que poseemos de manera integral.

Señor, Tú eres mi Dios;
te exaltaré y alabaré Tu nombre
porque has hecho maravillas.
Desde tiempos antiguos
Tus planes son fieles y seguros.

Isaías 25:1

Este Versículo nos refiere claramente una necesidad de adorar a Dios por Sus maravillas. No por nuestro presente, tampoco porque Él se manifieste en nuestras vidas, sino porque tenemos la convicción de que Sus planes son fieles para nosotros y que no nos desampara.

No necesito estar en el altar para adorarle, no se trata del servicio que desarrollamos en el altar o a un hermano de nuestra comunidad de fe. Por lo que no podemos confundir un llamado / mandato con un oficio.

Otra declaración poderosa sobre la adoración es la que vemos en Éxodo 23:25.

Adora al Señor tu Dios, y Él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.

Nuestra adoración a Dios produce bendición aunque no estemos desarrollando ninguna función.

Dicho esto quiero invitarte a que te des el permiso de evaluar tu adoración, la forma en la que le expresas a Dios y como vives el resultado de la misma.

Cierro este primer día recordando que toda acción produce una reacción. Lo hemos visto en el último versículo, por lo que quiero que evalúes como ha sido la bendición de Dios sobre tu vida. Porque cuando tú le adoras hay promesa de que no faltará alimento en tu mesa y te guardará el Señor de las enfermedades.

Si estás enfermo/a en momento y has dejado de adorar, te invito a que vuelvas a tu fuente y verás cómo Su voluntad sobre ti se manifiesta. Si por el contrario tienes alguna enfermedad y no paras de adorar, estoy segura que estás viviendo una temporada diferente, que por encima de la enfermedad tu confianza aumenta en que el que inició en ti la obra, la terminará.

Si estás listo/a, nos vemos en el día 2.