El Jardín EncantadoMuestra

PERDÓN

¿Alguna vez has escrito en algo con un marcador permanente? ¿Intentaste limpiarlo? Es casi imposible quitar el marcador permanente de la ropa, los muebles o las paredes. Es una mancha sobre la que no podemos hacer nada. El pecado es de la misma manera. El pecado deja una mancha en nuestro corazón y no hay nada que podamos hacer para limpiarla. Esa es la mala noticia. ¡Pero hay buenas noticias!

Hay alguien más que puede limpiarlo por nosotros, y ese es Jesús. Jesús es el Hijo de Dios, y Él es el único que vivió una vida sin pecar jamás. Debido a que Jesús no tiene pecado, Él puede pagar el precio para quitar nuestro pecado. Hay un problema. La consecuencia del pecado es la muerte.

¿Crees que alguien más elegiría morir por algo que tú y yo hicimos mal? La verdad es que Jesús nos ama tanto que hizo exactamente eso. Él permitió que lo mataran y lo colgaran en una cruz por nosotros. Su muerte derribó el muro del pecado que nos separa de Dios. ¡Gracias a Jesús, tenemos una nueva oportunidad de tener una amistad con Dios!

Preguntas de discusión:

¿Alguien ha hecho algo para corregir un error que cometiste?

¿Por qué crees que Jesús estuvo dispuesto a morir por tus pecados?

En El Jardín Encantado, manchas moradas venenosas comienzan a cubrir todo el cuerpo de Everly, y ella está en un peligro terrible. El Jardinero saca sus plumas doradas y coloca una en cada punto morado de su piel. Pluma tras pluma, la cubre hasta que no le quedan más plumas, y ella misma parece un águila. Las plumas absorben la mancha púrpura y se la llevan, curándola por completo. Sin sus plumas, el águila no puede volar, y algunos animales salvajes del bosque entran al jardín y lo matan.

Esta parte de la Biblia y de El Jardín Encantado es desgarradora, pero incluso este momento oscuro es parte del plan de Dios. ¡Él no ha terminado de contar la historia!