Alineando Tus Sentidos Con DiosEjemplo

El aroma de mi vida

¿Te imaginas no poder utilizar alguno de tus sentidos? La comida nos gusta más o menos en función de su aroma, nos atraen las personas según el perfume que utilicen, los lugares nos parecen más o menos limpios según cómo huelan. Además, el olfato nos hace revivir sensaciones, momentos y hasta personas. Pero, también muy importante, nos previene de peligros como el fuego, un escape de gas o de otros tóxicos. Solemos dejar el olfato último en la lista de los sentidos como si fuera el menos importante, pero no nos damos cuenta de lo mucho que nos ayuda en nuestro diario vivir. Hoy quiero desafiarte a comprobar cuál es el aroma de tu vida, mira con atención este pasaje de la escritura:

"Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida…." (2 Corintios 2:14-16 RVR 1960).

Conocer a Cristo personalmente opera en nosotros una transformación maravillosa. Esa unión con Él y Su triunfo sobre la muerte produce en nosotros una fragancia de vida agradable a Dios. Por medio de nosotros manifiesta un delicioso perfume que anuncia salvación en nuestro Señor donde quiera que vayamos.

El Nuevo Testamento enseña el sacerdocio de cada creyente, somos representantes de Cristo, cuando permanecemos en Él difundimos el dulce perfume de Su Evangelio. Y así anunciamos la salvación .

Así que, ¿cuál es el aroma de tu vida?

Es importante entender que no somos productores, Él es quien produce esto en nosotros, así que estar lleno de Cristo será la clave para exhalar este perfume.

También rechazar a Jesucristo traerá ese olor a muerte porque el juicio está a la mano y la separación eterna de Dios el Señor al rechazarlo.

Por ello quiero preguntarte:

• ¿Crees en Cristo como tu salvador?
• Si tu respuesta es sí, ¿estás viviendo tan cerca de Él que Su aroma se difunde a dónde vas, es decir, estás testificando de la Salvación en Cristo?
• Si tu respuesta es que todavía Cristo no es tu Salvador, ¿por qué no lo invitas a tu vida ahora mismo?

¿Qué vas a hacer?

¡Decídete!

Comparte hoy el mensaje de salvación en Cristo con un amigo.

Estudio realizado por el Pastor Daniel González.