DECLARO JESÚSMuestra

DECLARO A JESÚS, DECLARO PAZ

La Paz no es un sentimiento, no es una emoción, La Paz es una persona y su nombre es Jesús. Nuestro Principe de Paz... nos dejo algo que solamente él nos puede dar, algo que no podemos encontrar en nada ni en nadie más.

Cuando sus discípulos estaban en el mar, atrapados en una turbulenta tempestad y zarandeados por las olas, ¿quién acudió a ellos en su momento más difícil? Fue Jesús. Él llegó, caminando sobre las enfurecidas olas del mar.

Amiga, lo que les dio miedo a los discípulos ya estaba bajo los pies de Cristo. ¿Qué nos muestra esto? Jesús está por encima de todas las tormentas de nuestra vida y siempre que clamemos en Su nombre, saldrá a nuestro rescate. Podemos tener paz aún en medio de las circunstancias más desafiantes por que Jesús nunca llega tarde.

Te pregunto hoy; ¿Está mirando las circunstancias? ¿O está mirando a Jesús? Si estás enfermo, Él es tu sanador. Si estás preocupado, Él es tu paz. Si te sientes solo, Él es tu amigo. Si tienes problemas, Él es tu libertador. Si estas triste, Él es tu consolador. Si estás herido, Él sana y venda tus heridas. Si necesitas descanso, Él es tu pastor”. Cuando declaras Su nombre, Él vendrá e intervendrá en tus circunstancias y en cualquier área de tu vida. Él nunca te ha dejado, y nunca lo hará.

Recuerda, el castigo de nuestra paz fue sobre Jesús. Él cargo con todo el dolor y la angustia para que sin importar tus circunstancias negativas y tu entorno podamos tener su paz y descanso. Nuestra paz interior no proviene de nada externo, no proviene de escuchar las olas del mar, aunque sea relajante, no proviene de unas vacaciones o del silencio, solamente de Jesús.

Amiga, no necesitas pensar que vas a hacer con el desafío que estés enfrentando, tan solo descansa en Él, y su paz guardará tu mente y tu corazón.

Oración:

Jesús, tú eres mi paz. Tú eres mi sustento, tú eres mi fortaleza y mi ayuda en tiempos de necesidad. Ayúdame a recordarlo y a descansar en tu presencia, cuidado y protección. Ayúdame a mantener mis ojos fijos en ti y no en las circunstancias. No importa lo que enfrente, Tú estás conmigo y ofreces una paz que sobrepasa todo mi entendimiento. Hoy camino en tu paz, en el nombre de Jesús, Amén.