¿A dónde voy?Muestra

¿Adónde voy con mi soledad?

El hecho de que haya gente a tu alrededor no significa que no te sientas solo. De hecho, uno de los delirios que podrías sufrir es asumir que todos los que te rodean lo tienen todo bajo control, tienen un montón de amigos, tienen seguridad financiera, tienen una gran familia y son realmente felices. Eres el hombre extraño o la mujer extraña. No puedes confiar en nadie porque te han lastimado antes. A nadie le gustas por lo que eres; nadie te entiende.

Es casi seguro que esas cosas no son ciertas, pero parecen muy reales. Y en el enfrentamiento entre tus sentimientos y la parte lógica de tu cerebro, los sentimientos siempre ganan. ¿Adónde vas con tu soledad?

Ve a tu Padre. Él escuchará tus problemas sin desprecio ni juicio. Él te hablará, si se lo permites, de su amor y aceptación incondicionales hacia ti y de su perdón gratuito y total de tus pecados. Su corazón de padre duele cuando tú sufres, y él escuchará y actuará en tus oraciones. Tu Salvador Jesús experimentó una caminata terriblemente solitaria hacia la cruz, y él puede sentir lo que sientes tú.

Aquí está su promesa: “Dios pone a los solitarios en familias” (Salmo 68:6). A su manera, en su propio tiempo, Dios te dará personas en tu vida que te aceptarán y te amarán, personas con las que puedas hablar, servir y amar.

Ponte atento a ellos. Ellos son la respuesta de Dios a tus oraciones.