Rompiendo El TechoMuestra

El mundo es mi responsabilidad

Los siguientes pasajes me hacen pensar. No se a ti, pero al menos a mí, durante un gran tiempo se me enseñó que como “cristianos“, no deberíamos “juntarnos“ con el mundo. Hasta usamos un versículo que dice que el que tiene amistad con el mundo, tiene enemistad con Dios. Y creo que ahí mismo yace la respuesta.

Yo no fui llamado a ser amigo del mundo, pero sí a cuidarlo, hay una linea delgada en todo esto. Y es que el mundo por sí solo está corrompido, yo no puedo ser amigo de la injusticia, pero sí puedo cuidar a los míos de no practicarla. Cuando nosotros entendemos que el mundo es mi tarea principal, lo que tú y yo hacemos en la iglesia puede ser medio irrelevante (puede sonar feo).

Y es que Jesús dice que nadie pone la luz debajo de un mueble, si no encima de la ciudad para que la cuidad sea visible. Por lo tanto, Jesús no nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable para ser escondidos dentro de la iglesia. ¡No! Dios quiere que demos brillo a las cosas. Dios quiere que demos sazón, pero sobre todo que preservemos el lugar dónde estamos.

Eso me lleva al punto central de este plan, rompamos el techo, estemos donde nadie quiere estar, estemos cerca de personas con las que nadie quisiera estar. Tal vez sea la oportunidad para que Jesús haga el milagro.

Oración: Dios gracias por ponernos como la luz y la sal de la tierra, ayúdanos a caminar como Tú e ir por los que nadie quiere ir, haciendo una milla extra. Gracias Dios, amén.