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¿Mi verdad? ¡Quizás!

¿Has escuchado frases como “sé fiel a ti mismo”, “vive tu verdad” o simplemente “mi verdad”? Parecen ser la doctrina más popular de la cultura moderna y aparecen como la moraleja de la mayoría de las historias que encontramos en línea. ¿Qué diría Dios a eso? ¿Estaría de acuerdo en que deberías mirar dentro de ti para encontrar la verdad?

Quizás. Hablando de los gentiles que carecían de las Escrituras, el Apóstol Pablo escribió una vez: “Las exigencias de la ley están escritas en sus corazones, dando testimonio también su conciencia, y sus pensamientos unas veces acusándolos, y otras veces aun defendiéndolos” (Romanos 2:15). Nota dónde se encontró la ley/verdad de Dios—Sus corazones. Sus conciencias. sus pensamientos. Los tres los cuales están dentro de uno.

Cristiano, si eres un amante de la Biblia como yo, podrías retroceder instintivamente ante la idea de “mi verdad”. Mi primera reacción es retroceder, señalando el egoísmo que existe en el corazón humano que está demasiado dispuesto a torcer la verdad para salirse con la suya. Pero tal vez deberíamos primero escuchar, buscar puntos en común, y encontrar todos los puntos donde la conciencia es correcta.

Si creemos que la Biblia es la verdad (Juan 17:17), entonces creamos que este versículo también es verdad. Ese primer paso podría conducir a una conversación sobre la Palabra, donde se puede encontrar toda la verdad.