Adoración ExtravaganteMuestra

Adoración genuina

Es difícil encerrar adoración en un par de palabras. Para el creyente fiel, adoración es una forma de vivir, un estilo de vida, tal como un deportista que se prepara, vive y se alimenta del deporte, el creyente se alimenta de la Palabra de Dios, y el centro de su vida es adorar a Dios.

Ahora bien, aunque la música es esencial dentro de nuestra expresión de adoradores, me ha llamado la atención las diferentes formas en que cada uno de nosotros se puede conectar con el creador del universo. Como ministros de alabanza y música pensamos que todos deben levantar sus manos, todos deben cantar, todos deben saltar, todos deben hacer esto o aquello. Y nos olvidamos que cada uno de nosotros somos diferentes, y la forma en que nos conectamos con Dios es de una manera personal e intima. Quizá aquella mujer que ha pasado por una perdida no pueda levantar sus manos, pero cerrando sus ojos ella puede escuchar la voz de Dios. Recordemos que la música solo es la expresión de nuestra adoración y que buenos tiempos pasamos a través de este medio. Pero, adoración implica la entrega total de nuestro ser, podemos cantar, saltar y hacer cualquier cosa, pero si no nos hemos rendido por completo a Dios nuestra expresión es inútil.

El siguiente versículo nos habla un poco más a detalle de esto: “Así que el Señor dice: Este pueblo dice que me pertenece; me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Y la adoración que me dirige no es más que reglas humanas, aprendidas de memoria" (Isaías 29:13 NTV)

Reglas humanas, ritos, expresiones, podemos hacer cualquier cosa que se nos pida, pero todo esto pierde valor si nuestro corazón no está completamente rendido ante Dios. Adoración genuina implica rendición, entrega y cuando esto sucede entonces las formas de expresar la adoración fluyen por si solas, dentro y fuera de la iglesia.

Quiero animarte hoy que comienzas estos tres días de devocional, que simplemente puedas tomar unos minutos y orar entregando cada área de tu vida a Dios.