HonraMuestra

Honrar la vida

Me di cuenta con el paso de los años que a medida que sigo creciendo, tengo menos amigos pero más inteligentes, pensantes y que suman a mi vida y fe.

Me di cuenta que mi tiempo prefiero pasarlo con gente que amo y que me gusta escuchar, cuando antes perdía tiempo en muchas cosas, que no me daban nada.

Antes me sentaba a comer sin pensar mucho en disfrutar, solo llenaba mi estómago para seguir con el trajín diario. Hoy me gusta disfrutar de poder comer lo que me gusta y tomarme el tiempo del disfrute.

Me puse a pensar que hoy estoy aprendiendo a honrar la vida, cuidarla, porque el tiempo pasa y es irrecuperable. Pensemos un instante que nuestro paso por la vida es un chispazo en la eternidad, pero ese chispazo define mi eternidad. Mi miedo a que me olviden se empezó a disipar en la medida que empecé a construir algo más grande que yo, algo que continuarían mis hijos y nietos. Honrar la vida tiene que ver con construcción constante, amigos con los que quiera envejecer, una esposa que me ame cuando llegue a una edad donde no pueda vestirme solo e hijos que amen a la familia de la manera en que la amé yo, que amen a la iglesia como la amé yo y que amen a Dios más y mejor que yo.

Honro la vida viviendo para Aquel que me da vida diariamente.

Honro a mis padres viviendo la fe y el amor que me enseñaron.

Honro a mis pocos amigos, siendo amigo.

Honro a mi hijo, sembrando semillas buenas que den fruto eterno.

Honro a mi esposa con mi vida, mi mente y mi cuerpo.

Honro a Dios con todo lo que soy.