Amar Como DIOS AmaMuestra

El mundo sin duda tiene una definición de amor y diversos conceptos, que parten desde el sentimiento y el humanismo, pero que son muy contrarios a lo que establece la Palabra de DIOS. Asimismo no digas que conoces el amor o que amas, si no estás dispuesto a conocer el amor del Señor, que por ende; permanece amando a pesar de las circunstancias difíciles. El amor verdadero es sufrido. La mejor traducción es longánime, que quiere decir que permanece constante a pesar de la oposición. Así que se requiere mucha paciencia, que es uno de los dones del fruto del Espíritu Santo.

No creas que conoces el amor o que amas si no deseas lo mejor para la persona amada, si no te gozas con su crecimiento y desarrollo. El amor verdadero es benigno, bueno, lleno de bondad y no es envidioso. Pues, no está enfocado en tu felicidad, sino en la bendición de la otra persona. Es difícil adoptar esta definición de amor, cuando venimos con un concepto de “AMOR” desvirtuado y completamente errado que busca la satisfacción personal.

No actúes como si tú fueses mejor, más sabio, más maduro o superior en algún sentido a la persona amada. El amor verdadero no es jactancioso, no se envanece, ni usa sus galardones, conocimiento, experiencia, recursos u otra cosa para imponerse sobre la persona amada. El amor es humilde.

Muchas de las personas cristianas y seculares, tienden a tener un prototipo de hombre o mujer que cumple sus expectativas como pareja perfecta. Como tipo de piel, color de cabello u ojo, estatura y estudios universitario por así decirlo. Pero esto es lo que ha venido vendiendo esta cultura pecaminosa.

Cuando hemos sido redimido por la sangre preciosa del Salvador. Debemos saber que el hombre más grande de la historia; no tenia sirviente y le llamaban Señor, no tenía un grado universitario y le decían Maestro. No tenía medicamentos pero curaba a los enfermos, no tenia ejercito pero los reyes le respetaban y le temían. A veces sucede que al escoger la maracuyá más bonita y deleitosa a nuestros ojos, luego vemos que por dentro no tiene nada.