Elías, Hombre De Valentía, Hombre De Fe, Hombre De DiosEjemplo

“Pero la palabra del Señor vino a Elías el tisbita, y le dijo: «Ve ahora mismo a Samaria, y busca al rey Ajab…” (1 Reyes 21:17-18 RVC)

Elías confronta al rey Ajab nuevamente

1 Reyes 21 registra cómo el rey Ajab y la reina Jezabel complotan para asesinar a un hombre inocente llamado Nabot, porque ellos se quieren apropiar de su viña. Su plan es exitoso, pero Dios envía al profeta Elías a decirle al rey: “En el mismo lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán también tu propia sangre” (1 Reyes 21:19 RVC)

Y Elías va como un fiel siervo del Señor. Indudablemente, él recuerda las terroríficas amenazas de la reina Jezabel, y lo mismo le ocurre al rey. Saluda al profeta en un tono rencoroso: “¡Al fin me has encontrado, enemigo mío!”. Pero Elías no suaviza sus palabras; firmemente le dice al rey que toda su familia será muerta porque él ha provocado a Dios y ha hecho pecar al pueblo. El rey Ajab ha recibido tantas advertencias de Elías y otros profetas, ha visto el poderoso testimonio de Dios en el monte Carmelo y experimentado la milagrosa ayuda de Dios en batallas, pero “ningún otro rey fue como Ajab ... incitado por Jezabel, su mujer, se entregó a hacer lo malo a los ojos del Señor” (1 Reyes 21:25 RVC). La paciencia de Dios está a punto de acabarse.

Si estuvieras en los zapatos de Elías, ¿te atreverías a confrontar al rey Ajab?