El Valor De La DisciplinaMuestra

La autodisciplina

La disciplina es el entrenamiento que corrige, moldea y fortalece o perfecciona. La autodisciplina es entrenarse a uno mismo para corregirse, moldearse o perfeccionarse en algo. Motivarnos a nosotros mismos, establecer metas y trabajar con esmero nos permitirá llegar lejos.

Debemos aprender a desarrollar nuestros propios objetivos, nuestro propio plan de trabajo, comprometernos en alcanzarlos y sobre todo, depender de Dios para poder alcanzar el éxito. ¿Qué es lo que deseas alcanzar en Dios? Todo eso es posible si a la dependencia a Dios le agregas una manera disciplinada de trabajar y esfuerzo.

La autodisciplina requiere de sacrificio, dejar de hacer aquello que es placentero. Pero tener en mente que el resultado será más satisfactorio que el sacrificio nos ayudará a avanzar sin rendirnos.

En el libro de Proverbios encontramos muchos consejos sobre el esfuerzo, el sacrificio y el trabajo. Este es mi favorito: “El trabajo trae ganancias, ¡pero el solo hablar lleva a la pobreza!” (Proverbios 14:23 NTV).

Si realmente queremos alcanzar la imagen de Cristo debemos esforzarnos y trazar nuestro plan de acción. Solo quedarnos con las ganas de parecernos a Jesús nos mantendrá en la zona de confort. Si solamente hacemos algo cuando lo sentimos, no será más que un pasatiempo. Déjame decirte que nunca seremos buenos en algo hasta que no lo hagamos de una manera disciplinada.

Ninguna cosa valiosa se obtiene fácilmente o sin pagar un precio. La madurez espiritual nos lleva a entender que no existe la satisfacción instantánea. No hay recompensa sin precio. La autodisciplina nos ayuda a hacer que las cosas sucedan realmente.