3 Pasos para abrazarnos a Cristo

Buscar intensamente.

En el momento de prueba David, hace un reconocimiento al Soberano y una declaración de búsqueda. Esta es intensa, él se encontraba desesperado por la situación que vivía y las decisiones que debía tomar.

Sus asesores le decían que mate a su propio hijo para seguir en el reinado o que lo encarcele.

Muchas veces tomar decisiones se torna extenuante y nos lleva al desierto.

Él dice que su alma tiene sed, justamente es lo que se siente en un páramo. Estaba físicamente y espiritualmente en un vacío.

David había pasado mucho tiempo en el desierto y sabía lo que era tener sed. Es una situación desesperante, hasta se pierde el conocimiento, por la falta de agua.

Horas antes de morir de sed, nace la desesperación. Igual sucede cuando no sabemos cómo resolver los problemas. Las encrucijadas nos desesperan y nos llevan a tomar malas decisiones. David era presionado constantemente, debía definirse.

Buscar intensamente es la respuesta. Leer la palabra, orar y adorar continuamente es la solución. Parece una receta sabida, pero poco utilizada. Todos conocemos el camino, pero no todos lo toman. Algunos se rinden inmediatamente y abandonan.

Salmos 63 NVI

(1)… yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y
sedienta.

Es fascinante la actitud del salmista, enamorado aún en la dificultad. “Todo mi ser te anhela”, dice. La gran mayoría pierde el amor en los problemas. Sucede en el matrimonio, en los ministerios y aún en la amistad. El desierto te quita el amor por todo. Solo te enfocas en la sed que tienes. Es natural y así funciona el cuerpo. Si nos enfocamos en el amor, podremos buscar intensamente.

Intenso, según la Real Academia Española, es “muy vehemente y vivo”. O sea, alguien que se manifiesta con ímpetu o pasión.

Orar, leer la biblia y adorar con ímpetu o pasión, constantemente. Debemos ser intensos en la búsqueda de DIOS. Así podremos vivir aferrados a Su presencia.

Juan 15:7 NVI

7 Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.

En la Biblia, encontramos muchos paralelismos entre los Salmos de David y los Evangelios. Si permanecemos en Jesús, podremos pasar cualquier desierto. Si permanecemos en Su Palabra, podemos pedir salir de la soledad y Él hará.

Que en este tiempo, puedas buscar intensamente la presencia de Jesús. Es la clave para pasar cualquier prueba.