La oscuridad de tu crisálida.Muestra

EN MEDIO DE TU NOCHE MÁS OSCURA, ¡ADORA!

La adoración te mantiene pensando en las cosas del cielo y le quita la potestad al enemigo de herirte y llenarte de amargura.

Es a través de la adoración donde también puedes provocar tu milagro.

Recuerda la historia de Pablo y Silas en la cárcel, estaban en su noche oscura pero no permitieron que ese momento los llenara de dudas ni de temor, oraron y levantaron un canto a Dios, ocasionando un milagro poderoso, no solo ese suceso hizo aumentar más la fe en ellos sino que también el carcelero quien fue testigo de lo que sucedió y su familia creyeron en el Señor y fueron bautizados.

Creo que es posible que en medio de los procesos no queramos adorar ni hablar con Dios, a decir verdad creo que no podemos ver con claridad si existe o no un propósito en medio de lo que estamos viviendo. Pero, por qué no usamos la adoración como una herramienta para seguir creyendo y ver el milagro hecho realidad.

Aún con el corazón roto adora, porque Dios no desprecia un corazón quebrantado.

Hace algunos años la crisis más compleja que viví empezó a tomar forma de gigante. En mi mente se iban acumulando pensamientos de insuficiencia, dolor, rechazo, incertidumbre, pensamientos de que debía acabar con todo, solo quería morirme pero no sabía como hacerlo. Pasé por desapercibido todo lo que estaba sintiendo, no lo tenía presente sino que vivía por vivir, pasaba el tiempo y así mismo aumentaba todo dentro de mí, el gigante se hizo aún más grande hasta que toqué fondo.

Lo que llevaba dentro de mi cabeza y lo que sentía en ese momento me hizo llegar al punto de estar en un puente e intentar acabar con mi vida, lanzarme de ahí y darle fin a todo. No recuerdo que fue lo que me hizo reaccionar, solo corrí y entré a una estación de transporte, entre lágrimas y sollozos sentí como Dios en ese mismo instante estaba luchando una batalla con las mismas tinieblas, una batalla que en mis propias fuerzas jamás hubiera podido ganar pero Él sí, Él ganó y venció por mí.

Durante el proceso no veía más que oscuridad, todas mis noches eran lágrimas y silencios y nadie sabía qué estaba pasando, no veía un rayito de luz y pensaba que nunca iba a salir de ese estado mental en el que me encontraba. Ahora por la misericordia del Señor puedo contar otra historia, Dios usó a alguien muy especial para acompañarme en ese duro proceso y me llevó a exponer lo que sentía, empecé a ver todo desde otra perspectiva e involucrar a Dios en mi sanidad, entendí que si quería salir de ese pozo no podía permitirme continuar igual, debía hacer equipo con Dios y confiar en lo que estaría por venir. Puedo decir con total libertad que el Señor me sanó y me rescató del pozo cenagoso en el que me encontraba.

¿Y sabes?, nunca había conocido a Dios como lo conocí en medio de ese proceso difícil y aún en medio de las veces que adoraba con mi corazón roto, puedo decirte con total conocimiento que el proceso te hará conocer el carácter y el corazón de Dios y eso mi amig@ es más que suficiente.

Viví en carne propia una frase que escuché una vez: "Nunca sabrás que Dios es todo lo que necesitas hasta que Él sea todo lo que tengas". Y sí, en ese momento Él era lo único que tenía y lo que yo realmente necesitaba.

¿Cómo sabremos que Dios es Sanador, si en algún momento no pasamos por una enfermedad, adicción o estado mental?

¿Cómo sabremos que Dios es Padre, si quizá en algún momento no pasamos por soledad o abandono?.

¿Cómo sabremos que Dios es nuestra fortaleza si no pasamos por la debilidad?

Esa parte que Dios desea mostrarnos nos hará depender más de Él y nos ayudará a confiar PLENAMENTE en las próximas adversidades.

¡EL DOLOR Y TODO LO QUE TRAE EL PROCESO TAMBIÉN TE ESTÁ PERMITIENDO CONOCER A TU PADRE!

Sé que si Dios lo hizo conmigo, también lo hará contigo.

Aún si no ves nada sucediendo,¡cree que serás sano!

Si hoy sientes en tu alma una necesidad inmensa de ver a Dios obrar en tu noche oscura, rinde tu voluntad y tu corazón a Él en adoración, decide creer aun cuando todo a tu alrededor esté mal, decide confiar en Dios y sus procesos transformadores, decide creer que tu milagro está por suceder.

SÉ QUE CONOCERÁS LAS PROFUNDIDADES DE SU INMENSO CORAZÓN Y EL AMOR DESBORDANTE CON EL QUE ÉL TE HA AMADO Y CREADO.