Isaías 53: El Salvador-Siervo y YoMuestra

Devocional – Isaías 53: El Salvador-Siervo y Yo

Día 4 | Un Castigo que Trae Paz (Isaías 53:6)

Por Larry Stewart

Hace poco alguien que está pasando por una situación difícil me preguntó: “¿Todo esto es por mi culpa? ¿Es porque soy rebelde?” Esas preguntas son bastante comunes, pues muchas veces nos preguntamos si Dios nos está castigando por no ser lo que Él espera de nosotros. El profeta Isaías nos dice de manera clara que nuestras situaciones no son un castigo de Dios.

Isaías dice: “Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.” El profeta nos menciona dos cosas importantes en este pasaje. La primera es que estamos todos nivelados delante de Dios. No se trata de cuan buenos somos nosotros pues todos estábamos perdidos, siguiendo nuestro propio camino. La segunda es que el profeta nos muestra que, si bien es cierto que estábamos perdidos, Dios puso en el Señor Jesucristo toda nuestra iniquidad, todo nuestro pecado. De manera que el castigo que él sufrió nos trae paz.

No necesitamos cargar ahora con la culpa, pues ya Jesús la cargó. El apóstol Pedro, conecta esta idea cuando dice: “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.” Con su muerte y resurrección las consecuencias eternas de nuestro pecado han sido quitadas del medio, y ahora podemos tener comunión con Dios.

Dios no nos ha prometido una vida libre de tropiezos o aflicciones, pero sí nos ha prometido su compañía mientras atravesamos por esas circunstancias. El mismo Señor Jesús dijo: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Dijo también: “…Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” Estemos pues confiados en que no estamos siendo castigados, pues la causa del castigo es el pecado, y este ha sido puesto sobre Jesús. Tomémonos pues de su mano y sigamos adelante.

Quizás no sabes cómo liberarte de la culpa, sentimientos de inadecuasidad, baja autoestima, o desolación. Tal vez no has considerado que puedes acercarte a Dios y expresarle todos estos sentimientos y pensamientos que albergas, o simplemente no sabes cómo hacerlo. Si este es tu caso, déjame decirte que Dios es el Padre perfecto que no hace acepción de personas. Él te está buscando, te entiende, quiere escucharte, y quiere que vivas en paz. Solamente debes venir a él y recibir por fe en Jesús la gracia que te ofrece, el perdón de toda culpa y pecado. Recuerda, ya Jesús cargo con este peso por ti. Él hizo por ti y por mi lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos, soportar el castigo del pecado para traernos vida y paz.

Pregunta(s) parareflexionar:¿Qué cosas debes confiarle a Jesús hoy?

Lecturas Bíblicas:

1. Isaías 53:6

2. 1 Pedro 3:13-18

3. Juan 16:31-33

4. Mateo 28:20

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