Activa tu mente: VoluntadMuestra

Todo éxito conlleva un fracaso. Sin fracaso, tampoco hay éxito. A decir verdad, el éxito se encuentra en medio del fracaso. Dios permite el fracaso con el objeto de quebrantar nuestras vidas. Es por eso que el patriarca Job dijo: “El, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro” (Job 23:10).

Mientras más grande sea el sueño, más grande será también el fracaso. Por tanto, no temas al fracaso. El reconocido líder en liderazgo, John Maxwell dijo: “Si quieres realizar tus sueños, entonces, acepta la adversidad, y deja que el fracaso sea parte de tu vida. Sin fracaso, tampoco hay progreso”. Henry Ford dijo: “El fracaso es una oportunidad para comenzar todo de nuevo, pero con más sabiduría”. Intenta, aun cuando sepas que es imposible.

Había en un pueblo, un juez injusto que no tenía temor de Dios ni consideración de nadie. Una viuda del mismo pueblo se acercaba todos los días a pedirle: “¡Hágame usted justicia!” Pero se negaba a atenderla.

Así transcurrió mucho tiempo. El juez pensaba: “Llegará un día en que se cansará, y dejará de molestarme”. Pero la viuda siguió insistiendo: “¡Hágame usted justicia!” Hasta que un día, dijo: “¡Basta! Aunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie, como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible” (Lucas 18:4-5).

La viuda sabía que el juez era un hombre injusto, que era un caso imposible. Sin embargo, insistió con una gran fuerza de voluntad. En otras palabras, intentó, aun cuando sabía que era imposible.

Jesús deja en claro que el propósito de esta parábola es mostrarnos que debemos persistir en oración, sin desanimarnos. En palabras más simples, seguir avanzando con voluntad.

El fracaso permanece como fracaso cuando uno se da por vencido. Pero mientras uno no baje los brazos, el fracaso no se convierte en un destino, sino en un proceso que lo lleva al éxito.