Entendiendo Los TiemposEjemplo

Entendiendo mi desierto

Jesús lo prometió, para algunos es un tanto desalentador, pero es cierto: En este mundo tendrán aflicción. Hay un sinfín de promesas para nosotros en la Palabra, en su mayoría nos asegura bienestar no porque todo a nuestro alrededor será color de rosas sino porque Él estará con nosotros y no sé tú amado hermano, pero si de algo estoy seguro es que la presencia de Dios conmigo es todo lo que está bien en esta vida, sea lo que sea que acontezca.

Las aflicciones de las que habla la Palabra la vemos reflejada en los desiertos. Esos momentos áridos y solitarios donde todo pareciese negro y desalentador. El peregrinaje de Israel después de su liberación de Egipto nos recuerda que los desiertos no son solo cuestiones del azar, malas temporadas, o artimañas diabólicas. Ellos pueden ser lugares de transformación usados por Dios para nuestro bien y por lo mismo: no los podremos evitar.

Es fundamental que reconozcas tu desierto, porque podrás alistarte para pasarlo y enfrentarlo en fe. Es ahí donde aflora lo que hay en la profundidad de tu corazón y el nivel de compromiso que tienes con Dios. Es en el desierto donde todas las voces se callan y permanecen solo dos: la de Satanás y la de Jesús.

Juan 10:10 nos dice: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Mientras uno luchará para convencerte de que no hay salida y que serás derrotado, Jesús te anima a vivir plenamente aun en medio de tu aparente muerte. Vivir en abundancia es vivir completamente, no en precariedad ni sobreviviendo y Él te llama a vivir así en todo tiempo, porque en todo tiempo ÉL estará contigo.

Si estás atravesando un desierto de turbulencia, enfermedad, relaciones rotas o incertidumbre del porvenir Jesús te dice: …Pero confiad, Yo he vencido al mundo. No hay enfermedad que no sea curada en el nombre de Jesús, ni relación que no pueda ser restaurada, ni futuro que no sea prosperado. Pero como dice la alabanza “even if he doesn’t” (incluso si no lo hace) seremos victoriosos. Porque puedes confiar que Él te dará una salida para cada una de esas situaciones. Su paz, Su amor y Su fortaleza están por sobre tus valles y si le entregas cada carga que estés soportando Él la hará ligera. Esa es la victoria, La que trasciende y es eterna: ¡TÚ YA VENCISTE EL VALLE SI CRISTO ESTÁ CONTIGO!