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Día 2: La voluntad

En los últimos meses, hemos vivido grandes acontecimientos en la historia de los deportes, y algo que mencionan mucho los comentaristas, analistas y/o conocedores del deporte es el “precio del éxito”, que tanto ha tenido que sacrificar un atleta para poder estar en la élite de su disciplina. Pero, sabes, hoy te tengo una buena noticia: Ese “precio” ya lo pagó nuestro Señor Jesús en la cruz; el verdadero sacrificio como seguidores de Jesús es el ser obedientes a Su voluntad.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2 RVR1960

Me encanta cómo Pablo nos llama, como iglesia, a renovar nuestra mente, a vivir en la contracultura del Reino, dejando de seguir las tendencias o pensamientos del mundo para seguir la voluntad del Padre que es buena, agradable y perfecta.

“Dios nos lleva por los caminos menos transitados, a hacer lo que otros no están dispuestos a hacer para obtener los resultados que nadie más obtiene”.

Vemos igual que en Romanos 12:2 dice la palabra “comprobéis”, y esto no solo se refiere a ponerlo a prueba, sino a llevarlo a la práctica diariamente, que sea un anhelo seguir y poner por encima la voluntad del Padre que la nuestra, porque buscar Su voluntad es poner nuestro futuro en Sus manos y que nos guíe para poder desarrollar un corazón conforme al suyo.

“Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”. Efesios 4:22-24 NTV

Cuando mi mente es renovada y mi corazón es moldeado conforme a la voluntad del Padre, empiezo a experimentar descanso.