El Padre Nuestro (Te pertenece) - Devocional de 4 días con Matt MaherMuestra

El cielo en la tierra

El pecado corrompió al mundo, llevando la perfecta unión y compañía del Padre a un perfecto desorden.

Vivimos en un mundo roto y todos podemos sentirlo. Es una carga pesada y profunda. Incluso quienes no creen necesariamente que el "pecado" sea la causa del quebrantamiento, pueden sentir que algo va mal. Vivimos en una época de guerras, desplazamientos, abusos, enfermedades, injusticias y opresión.

Sin embargo, a menudo consideramos que estos problemas son tan grandes y nos superan que los dejamos a un lado. Solo podemos enfocarnos en lo que podemos controlar, así que, ¿por qué entristecer nuestras almas contemplando la profunda confusión del mundo? Mejor no oramos por todos los problemas del mundo. Después de todo, sería una oración interminable.

No obstante, durante Su Sermón del Monte, Jesús nos da una guía para orar, conocida hoy como "El Padre Nuestro". En Mateo 6:9-10, nos presenta cómo debemos orar por el mundo que nos rodea: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo".

Tanto en la tierra como en el cielo. Qué oración tan PODEROSA.

Sabemos que el cielo es una imagen de sanidad, perfección, santidad, alegría y celebración. ¿No sería hermoso que Dios trajera esa imagen a la tierra? ¿No sería hermoso que pudiéramos formar parte de ello?

Al hacer esta oración, presentamos nuestras peticiones al Señor por dos razones. La primera es que Su reino y majestad vuelvan a la tierra. Estamos orando para que Su reino celestial, del cual somos ciudadanos, venga a la tierra. Vivimos en un mundo que el enemigo ha corrompido profundamente, así que oremos para que el Señor continúe trayendo justicia, rectitud y belleza a la tierra.

La segunda razón por la que oramos es por la voluntad de Dios, y qué difícil es hacer esta oración. Naturalmente, somos seres humanos a los que nos encanta tener el control. Nos encanta la independencia. Nos encanta tomar nuestras propias decisiones. Y nos encanta estar a cargo de las cosas.

Pero, no podemos arreglar el quebranto del mundo, solo El Sanador puede. Así que tenemos que orar para rendirnos a Su voluntad. Él nunca nos decepcionará, ni Su voluntad será imperfecta.

Reflexiona:

Escucha "The Lord's Prayer (It's Yours)" de Matt Maher y hazte estas preguntas:

1. ¿Me olvido a menudo de orar por el mundo? Si es así, ¿por qué?
2. ¿Qué parte de mi vida necesito entregar al Señor?
3. ¿Creo de verdad que Su voluntad es mejor que la mía (no pasa nada si todavía no has llegado a ese punto)? ¿Por qué?

Dedica un momento para orar los dos primeros versículos del Padre Nuestro, deteniéndote en cualquier pensamiento o necesidad específica que tengas.

"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo" (Mateo 6, 9-10).