No Has Sido Creada Para Estar SolaMuestra

Creadas para la Comunión con la Iglesia Local

En el Nombre de Jesús

Lee: Mateo 18:20

EOAO: Mateo 18:20

“porque allí donde están dos o tres congregados en mi nombre estoy yo en medio de ellos.”

En el Texto

Los discípulos venían a Jesús con un montón de preguntas. En Galilea, Jesús les reveló por segunda vez que iba a morir, y esto les preocupó. Habían dejado todo por seguirlo, y ahora, la comunidad que amaban estaba a punto de cambiar drásticamente. Los discípulos querían un plan. Querían saber quién Jesús creía que era el “más grande” de todos ellos. Jesús, en cambio, les dio una lección de humildad, buscando a los perdidos y restaurando relaciones.

Una comunidad bíblica es un grupo de cristianos que son devotos para aprender y vivir la Palabra de Dios. Es más que un club social o un grupo de amigos que comparten intereses en común. Cultivar una comunidad bíblica en tu vida significa ir más allá de conversaciones superficiales para tener un tiempo intencional juntos, animándonos y edificándonos entre nosotros en la Palabra de Dios. El motivo detrás de la comunidad es el amor a Dios, el amor entre nosotros, y el deseo de ayudarnos a vivir en obediencia y honor a Dios.

Esto es lo que Jesús les estaba enseñando a los discípulos y lo que también podemos aprender de la lectura de hoy. Nuestra relación con Dios es personal, y está destinada a vivirse en comunidad, donde podemos animarnos, apoyarnos y sostenernos unos a otros- y que no estaremos solas. Jesús promete que, aunque sean unos pocos creyentes reunidos en Su nombre, Él está allí.

Cuando nos reunimos con nuestra comunidad bíblica, movidos por el deseo de amar a Dios grandemente y ayudar a otros a hacer esto mismo, Jesús está con nosotros. Eso es la iglesia local: un conjunto de personas unidas en un mismo sentir, que aman a Jesús y que tienen el mismo deseo de crecer, enseñar, aprender, animar y apoyarse entre sí mientras se proveen de conexión y cuidado. Estás hecha para este tipo de comunión con tu iglesia local. ¡Qué bendición!