No Has Sido Creada Para Estar SolaMuestra

Dios te ayudará

Lee: Isaías 41:1–20

EOAO: Isaías 41:13

Porque yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo.

En el Texto

Hagamos de la lectura de hoy algo personal. La comunidad a la que estamos invitadas a participar con Dios es profundamente personal. Dios no te abandonará. Él te ayudará. ¿Puedes volver a leer el pasaje de hoy, y poner tu nombre antes de cada coma?

Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. (Isaías 41:9–10).

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

(Isaías 41:13).

Dios promete ser tu ayuda. Él responderá tus oraciones y proveerá todo lo necesaria para tu vida. Dios nos muestra Su poder al prometer crear abundante vida en un lugar que recibe menos de doce pulgadas de agua al año. ¡Nada es demasiado difícil para Dios! Es el mismo Dios que nos escucha, sabe lo que necesitamos y promete ayudarnos. ¿Qué áreas de tu vida parecen un desierto? Dios puede darles vida. Él sabe exactamente lo que necesitas, y quiere ayudarte. No eres una carga para Dios. No debes tener miedo de estar pidiéndole demasiado, porque para Él, nada es imposible.

Nosotras, que estamos hechas a la imagen de Dios para reflejar su amor a los que nos rodean, estamos llamadas a ser ayudadoras, a escuchar y a ser proveedoras. Pero también a que pidamos ayuda. La vulnerabilidad nos invita a tener una relación más íntima con Dios y con otros, a medida que vamos dejando de lado el orgullo y bajamos nuestros muros. Ser vulnerable en comunidad nos da oportunidad a usar los dones que Dios nos ha dado para reflejar Su amor a los demás. La comunión con Dios nos da las bases para construir comunidades entre nuestra familia, amigos, la iglesia local y el mundo.