El Regalo De La MaternidadMuestra

Nuestros hijos son un regalo de Dios porque son una recompensa.

Había orado tanto por los dos hijos que hoy tengo, pero con el paso del tiempo había olvidado las lágrimas derramadas y las oraciones más fervientes que nunca antes había hecho.

Test negativos, y frustración. Un diagnóstico de posible patología con un 70% de posibilidad.

Mis hijos son una recompensa. Afirma la verdad de los planes de Dios para nuestra vida. No afirmes tus propios pensamientos, afirma la Palabra de Dios. Grábatelas en el corazón.

Recuerda ese diagnóstico difícil, la sala de urgencias o diagnóstico más fría en la que hayas estado; recuerda tus clamores más desesperados pidiéndole a Dios que sanara a tus hijos con una fiebre que no disminuía.

Tus hijos son un regalo del Señor, ellos son una recompensa. Lo afirma el Salmo 127:3

Ellos también son la respuesta a múltiples oraciones que has hecho a lo largo de tu maternidad, de tu pasado, presente y me atrevo a decir; que de tu futuro.

Si puedes silenciar tu mente y pensar detenidamente en tus hijos, estoy segura de que pensarás en que no has hecho nada que sea suficientemente bueno como para recibir semejante recompensa de Dios. Pero Su amor es tan grande, que Él ha querido recompensarte con los hijos maravillosos que tienes.

Dios anhela que disfrutes de tus hijos, independientemente de la temporada en la que te encuentres.

Ya sea que te encuentres contando las semanas para verlo nacer, o lidiando con un carácter que te desafía día a día.

Estoy escribiendo y recordando lo que define mi maternidad, luego de arrullar a mi pequeño que se ha despertado 3 veces en 2 horas en 1 noche.

Admito que muchas veces he suspirado en estos despertares; pero hoy le he dicho: eres un regalo del Señor. Y en medio del agotamiento que sientas como mamá, la Palabra de Dios es tu fortaleza. Y Su fortaleza produce gozo.

Regocíjate en el Dios de tu salvación. Abraza el hecho de que Dios te ama tanto, que ha llenado tus regazos con la recompensa que no se compara a nada en el mundo. La recompensa de ser mamá. Eres profundamente amada por tu creador.