😊 No hay nadie más bueno

Seguimos avanzando en el versículo de esta semana, y para ello me gustaría centrarme más en cómo es la voluntad de Dios para nosotros.

El pasaje dice: "...para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:2).

Ayer vimos cómo nuestra mente renovada es capaz de identificar y comprobar mejor cuál es la voluntad de Dios.

Hoy, de hecho, vamos a centrarnos en cuán buena es esa voluntad de Dios para nosotros.

Probablemente a lo largo de tu vida te hayas encontrado con personas que estaban enfadadas con Dios porque sienten que Él les ha fallado.

Quizá tú mismo hayas experimentado en un cierto momento de tu vida también esos mismos sentimientos de enfado, duda, queja o incomprensión cuando las cosas no han salido como esperabas.

Es en esos momentos donde entra en juego tu mente y tu transformación.

La vieja naturaleza siempre tiende a dudar y a quejarse, pero la mente renovada siempre buscará agarrarse a Dios por la fe, y confiar en Él, aun en medio de la incomprensión.

De hecho, el enemigo desde el principio ha intentado confundir a la humanidad, haciéndonos creer que todo el daño que nos ha hecho es culpa de Dios, que Él lo ha permitido.

El diablo siempre quiere que Dios sea percibido como el malo de la película, como alguien que usa “su soberanía” para ser inestable, autoritario, duro, implacable, inmisericorde... Todo ello para crear brechas en nuestra confianza con Dios, y que, al dudar de Su carácter, no tengamos una relación plena y viva con Él.

Cuando nuestra mente es renovada, sin embargo, podremos identificar mejor los planes de las tinieblas, y darnos cuenta de esas enfermedades, dolores, contratiempos... no son enviados por Dios, sino que son ataques de las tinieblas contra nosotros para robar, matar y destruir.

Y, de igual manera, podremos identificar mejor las cosas que Dios hace en nuestra vida, y darnos cuenta de cuán buenos son realmente sus planes para nuestra vida.

¡Sí, Él es un Padre perfecto, realmente bueno, y desea lo mejor para nosotros!

Querido/a amigo/a, la voluntad de Dios para tu vida es buena, agradable y perfecta. ¡No dejes nunca que el enemigo te diga lo contrario!

¡Eres un Milagro!

Christian Misch