Reconciliados Para ReconciliarMuestra

Dios ruega por medio de nosotros.

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios (‭‭‭2 Corintios‬ ‭5‬‬:‭20‬‬‬).

Como Evangelista soy un apasionado por las almas, mi enfoque siempre está en que otros conozcan a Jesús y aprendo todo lo que puedo de otros grandes evangelistas de la actualidad, y de la trayectoria de algunos que ya están en la presencia del Señor.

Pero, ni combinando la pasión de todos los evangelistas al mismo tiempo logramos alcanzar la pasión que Dios mismo tiene por el alcance de las almas. Quien más ama las almas es Dios mismo, por eso nos escogió para anunciar las buenas nuevas de salvación.

Tanto nos amó Dios que envió a Su Hijo Unigénito a morir por nuestros pecados (Juan 3:16), y tanto ama todas las almas que sin importar Su posición de Dios, no le apena rogar al pecador que se reconcilie con Él. ¿Por qué no le apena? Porque Él es la única vía de escape de la ira venidera. Sin Dios estamos perdidos y Su deseo como ya mencioné en días anteriores es que todos seamos salvos.

La parte más desafiante y preocupante de esta asignación es que no debemos quedarnos callados. Ponte a pesar por un momento en esto: ¿Dios, rogando a través de mí? Si, así es, y cuando te quedas callado también le estás diciendo indirectamente a Dios que se calle, que no hable, que tú no eres un instrumento en Sus manos. Es tan delicado esto que solo de pensar en ello quisiera abrir mi boca y que todos escuchen a Dios rogando y advirtiendo a través de mí.

No nos callemos porque hacerlo es lo mismo que callar a Dios. Hablemos, roguemos y advirtamos a tiempo y fuera de tiempo. ¡Cristo viene!

Edward Tavárez