Segundo obstáculo: La confusión

El enemigo busca sembrar confusión dentro para detener la obra de Dios.

El enemigo hace planes para lastimar nuestro interior y causar confusión. Tal vez, ha utilizado personas que te han intentado lastimar, que han dicho palabras duras. No cometas el error de dejar entrar esas palabras a tu corazón.

La queja es producto de un corazón que se ha dejado confundir por el enemigo. La queja te cambia la manera de mirar las cosas y se refleja en frases como "estoy cansado", "el trabajo es mucho", "esto no se termina más". ¡No dejes que la queja apague tu alabanza!

El enemigo también utilizará "cristianos tibios o fríos" para confundirte y desalentarte. Las malas noticias llegaban al oído del pueblo a través de los judíos que vivían cerca del enemigo. ¡No dejes que los que viven "cerca del enemigo" confundan tu fe!

Recuerda que afectas a muchas personas. Nehemías les dijo: "Luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus esposas y casas". Tu bendición o tu caída afecta a todo los que te rodean, ¡lucha por ellos! Tu victoria también será la victoria de ellos.

¿Cómo supero este obstáculo?

1. Revisa la situación. Observa la realidad. No todo está mal, mira cuanto has avanzado desde que Cristo llegó a tu vida. Mira el vaso medio lleno, no medio vacío.
2. Recuerda que el Señor es grande y glorioso. ¡No hay de qué temer!
3. Permanece alerta a los ataques del enemigo.
4. ¡Lucha por los tuyos!