Celebrar las diferencias en el matrimonioMuestra

Cuanto más tiempo llevo casada con mi marido, más me doy cuenta de las grandes y pequeñas diferencias que existen entre nuestras personalidades. Las perspectivas que aportamos sobre las finanzas, la educación de los hijos y la administración del hogar son muy diferentes, y podrían ser una fuente de frustración para nuestro matrimonio.

En el matrimonio, las opiniones y enfoques diferentes pueden magnificarse. Pueden acabar causando tensiones no deseadas, si no se ven a través de la mirada de Cristo.

Observemos la forma en que Dios te ha dotado a ti y a tu cónyuge. Si tuviera que describir los dones de mi esposo, les diría que tiene el don de liderazgo y administración. Cuantas más personas están cerca de él, más quieren estar cerca de él. Influye en la gente de formas grandes y pequeñas, normalmente sin que él lo sepa. Tiene conocimientos matemáticos y financieros, y es capaz de crear una hoja de cálculo en cuestión de segundos.

Si tuviera que describirme, creo que diría que Dios me ha dotado con palabras de aliento, oración y generosidad. Disfruto cuando puedo ayudar a alguien a ver lo especial que Dios les ha hecho ser, empujarles más allá de sus inseguridades; y no me cuentes algo que alguien desea, ¡porque será mi misión en la vida conseguirlo y llevárselo!

Somos diferentes. Él no te va a dar una palmadita en la espalda después de un trabajo bien hecho, y no hay manera de que pueda llegar a un plan para nuestras inversiones futuras. Nuestros dones son diferentes, y alabado sea Dios por ello. Nuestras diferentes habilidades no solo se complementan entre sí, sino que permiten a cada uno de nosotros liderar en su propio carril.

La Biblia habla de la iglesia, y de cómo cada uno de nosotros está dotado de diferentes llamados y dones, como explican los versículos de hoy de Romanos y 1 Corintios. Si todos tuviéramos que ser las manos, entonces no tendríamos un hombro para levantar, bajar y extender esa mano. Dios también diseñó a los hombres y a las mujeres de manera diferente. Esto es tremendo, porque significa que nuestro Dios intencionalmente creó a cada uno de nosotros de manera diferente, y él específicamente los dotó a ti y a tu cónyuge de una manera que señalaría a la gente hacia Él y haría crecer el Reino.

Oración:

Padre Celestial, hoy hago una pausa para reconocer y celebrar cuán diferentes nos creaste a mí y mi cónyuge, y cómo lo hiciste con propósito e intención. Gracias por este matrimonio con el que nos has bendecido. Hoy, te pido que nos ayudes a ser buenos administradores de tus dones, y a usarlos en una manera que te glorifiquen.