ConfianzaMuestra

Entendimiento

La verdadera comprensión de nosotros mismos, de los demás, y de esta vida solo se obtiene a través de la confianza en Dios. Solo Dios tiene perspectiva y verdad. Solo Dios tiene entendimiento sobre lo que importa, sobre quiénes somos y sobre qué sucederá. Y la buena noticia para ti y para mí hoy es que nuestro Padre Celestial anhela absolutamente compartir su entendimiento. Dios anhela que pensemos y veamos a través de la lente del Espíritu Santo y su Palabra.

Proverbios 3:5-8 dice: "Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser”.

¿Por qué será que aun sabiendo que la Biblia nos promete el entendimiento de Dios insistimos en vivir nuestra vida lejos de su sabiduría? ¿Por qué nos fijamos en nuestras propias mentes y seguimos nuestros propios caminos cuando Dios hace que su comprensión y voluntad estén tan disponibles? Tú y yo solo somos capaces de buscar entendimiento en aquello en lo que confiamos plenamente. Si no confiamos en que la sabiduría y la voluntad de Dios son verdaderamente el mejor camino que se nos presenta, seguiremos nuestros propios caminos. Si no confiamos en que los mandamientos de Dios realmente producirán la vida más abundante, elegiremos los caminos del mundo. Vivir con comprensión y sabiduría piadosas es mirar solo a Dios como nuestra Verdad.

Proverbios 3:13-18 motiva a mi corazón para apoyarme en Dios para obtener entendimiento.

La Biblia dice: “Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz. Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!”.

Mientras todo el mundo te declara su comprensión de la verdad, te pido que mires a su Única Fuente Verdadera hoy. Te pido que te apoyes en tu amoroso Padre Celestial para comprenderte a ti mismo, a tu vida y a los demás. Que el día de hoy pueda estar marcado por un continuo desbordamiento de revelación. Que puedas saber cómo se siente Dios acerca de ti y basar tu imagen en su comprensión. Que experimentes en mayor profundidad la mente perfecta de Jesús, y que la palabra de Dios transforme tu vida al plantar semillas de sabiduría que se conviertan en árboles hermosos y abundantes de paz y vida.

Guía de Oración

1. Medita en la disponibilidad del entendimiento de Dios. Permite que la Biblia despierte tu deseo de apoyarte en tu Padre celestial para la verdad y la sabiduría.

“Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:1-5).

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser” (Proverbios 3:5-8).

2. ¿De qué manera te apoyas en ti mismo o en algo del mundo para obtener entendimiento y verdad? ¿Qué buscas para tus perspectivas y fuente de valor?

3. Tómate un tiempo para apoyarte en Dios para obtener su entendimiento. Indaga en la Biblia y en el Espíritu en busca de sabiduría y entendimiento con respecto a ti, a tu vida y los demás. Pídele que te ayude buscar su sabiduría en cada área. Tómate un tiempo para descansar en su presencia y descubre cuánto te ama.

“La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo” (Salmo 119:130).

“Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada —afirma el Señor—” (Jeremías 9:23-24).

“Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente” (Proverbios 20:5).