El Plan De Dios Para Transformar NacionesMuestra

Política, cristianos y transformación.

Vaya tema polémico. Por muchos años fue un asunto que ni siquiera quisimos encarar como Iglesia evangélica sobre todo el Latinoamérica. Pero por revelación hoy entendemos que Cristo y su Palabra tienen mucho que decir al respecto, y que expresar a Cristo en la vida política y en las áreas de la función pública en nuestras ciudades y países hace parte del plan divino para nuestras comunidades. Dios está despertando a miles de mujeres y hombres en todo el continente para que llenos del Espíritu Santo, alcancen a ser la luz y la sal en medio de tanta oscuridad y corrupción (Mateo 5:13-16).

Pero, ¿qué significa transformación política para un cristiano? Todo es cuestión de reforma y cambio cultural.

¿Cómo ve Dios a nuestras naciones? ¿Qué piensa Dios de nuestros gobiernos? Como vimos en nuestra primera temporada de Hacia una Transformación, la Biblia dice que Dios delegó en Cristo el ministerio de la reconciliación, para que todas las cosas sean reconciliadas con ÉL (Colosenses 1:19), y le encomendó este trabajo a su iglesia (2 Corintios 5.18). Esto incluye por supuesto al sistema político y al gobierno (Mateo 20. 25-28). Claramente el reino de Dios tiene una propuesta para alcanzar gobierno justo en nuestros países.

Nuestras sociedades perdieron la idea de la forma que Dios le da a todas las cosas. Al no seguir el consejo de Dios y su Palabra, y perder así el faro moral, muchos ya no saben qué es lo que está bien, y qué no. Es misión de la Iglesia, provocar una vez más reforma, es decir, volver a alcanzar la forma de Cristo, como ocurrió por ejemplo en Europa a partir del siglo XVI. Cuando la forma de Cristo es manifestada por la iglesia, las vidas y las comunidades son susceptibles de experimentar esta metamorfosis tanto espiritual como formal.

La cultura del reino de Dios, es la esperanza para la transformación de las naciones. Una iglesia de discípulos, mujeres y hombres crucificados con Cristo, posee el poder espiritual, su asignación y propósito para alcanzar esta meta que parece imposible, pero que en Cristo es inevitable (Marcos 9.23).

Dios quiere, y nos está llamando e impulsando.

ORACIÓN. Amado Cristo sabemos que fuimos creados para buenas obras diseñadas en tu eternidad para nosotros antes de la fundación del mundo. Y hoy deseamos ser guiados por la vida de tu espíritu para caminar en esas obras. Incluso en el ministerio del servicio público, deseamos llevar vida, amor y justicia y la expresión de tu persona Señor Jesucristo a los ámbitos legislativos, judiciales y gubernamentales para que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Gracias. Amén.