Elevar: Una conversación sobre la vida juntosMuestra

Escrito por Lauren, 17 años, de St. Charles, Missouri, EE. UU.

Conocido. Esa palabra siempre me ha tocado una fibra sensible. En mi mente, repaso a las personas que mejor me conocen, mi familia, mis amigos íntimos, mis seres queridos. No puedo evitar sentir también esa profunda desconexión entre la máscara que llevo y lo que hay en el fondo. La máscara es la yo que puedo cumplir con todas las expectativas, tenerlo todo controlado y no tambalearme nunca. Pero, en el fondo, soy la que lloraba en el auto mientras viajaba, la que perdió la calma esa mañana y la que nunca ha estado tan lejos de tenerlo todo bajo control.

Si eres como yo, tú también has llevado esa máscara. Tal vez, se ha vuelto tan cómoda que tienes miedo de bajar la guardia. Créeme, te entiendo. Sin embargo, Dios dice que debemos vivir en armonía con otros seguidores de Jesús, siendo de una sola mente, un solo pensamiento y un solo propósito. ¿Cómo podemos ser de una mente y un propósito, si no somos sinceros con los que están a nuestro lado? Se supone que nuestra comunidad de creyentes nos hace más fuertes, pero solo puede hacerlo cuando nuestra unidad es auténtica. Un equipo que no sabe que uno de sus jugadores está lesionado no es tan fuerte como el que sí lo sabe y ayuda a ese jugador a recuperarse y estar sano. Así que hoy, si sabes que has estado usando una máscara, te animo a que aparezcas ante aquellos con los que estás viviendo la vida como tu auténtico "yo". Sal de tu zona de confort y permite que los demás te conozcan de verdad.

Hoy, ora y pídele a Dios que te ayude a mostrarte auténticamente con tu grupo pequeño, tus amigos más cercanos, o con quienquiera que consideres tu comunidad cercana de personas.