Más espeso que el aguaMuestra

Es propio de la naturaleza humana querer vengarse de alguien. Queremos que las cosas sean justas, y para nosotros, justo significa que todos tengamos lo que nos merecemos, ¡especialmente cuando nos hacen daño! Pero debemos recordar algo muy importante: El amor de Dios no es justo. Dios mostró su amor enviando a Jesús por nosotros. Eso fue algo increíblemente bueno que ciertamente no merecíamos, que es exactamente cómo funciona la gracia. No fue justo, pero el amor es mejor que la justicia.

Así que, la próxima vez que sientas la tentación de vengarte de alguien de tu familia o de una persona cercana que te haya hecho daño, recuerda que, como seguidores de Jesús, estamos llamados a dar gracia y amor a los demás. Gracias a lo que Dios hizo por nosotros, podemos ofrecer gracia y amor a los demás, incluso cuando no parece justo.

Hoy, ora y pídele a Dios que te ayude a responder con amor, incluso cuando te enfrentes a algo frustrante con un miembro de tu familia.